L@s finales de la final

Se lidiaron cinco erales de diferentes ganaderías, de buena presentación, justitos de fuerza y con calidad en general. Brilló el quinto novillo de la ganadería de Valrubio. Parados y llevados al caballo por Manuel Diosleguarde y Marcos.

En las competiciones deportivas el partido que cierra el torneo suele ser el que define campeón y subcampeón; eso mismo pasó este domingo en la final del Bolsín: el último novillo brindó la oportunidad de ver enfrentados a los que casi con total seguridad sean triunfador y segundo clasificado de la 66ª edición del Bolsín Taurino: Mario Navas y Tristán Barroso.

Así, el destino quiso que los dos aspirantes más rotundos coincidiesen con el novillo más completo en la última lidia de la tarde. Mario Navas empezó la faena con doblones por bajo -algunos rodilla en tierra- al eral de Valrubio que fue de más a mucho más. Se acopló a la perfección con el novillo en la segunda tanda con la mano derecha y arrancó la ovación del público. En la réplica el pacense Tristán Barroso salió un poco revolucionado y en la primera tanda el novillo le pidió más temple. Se enmendó el extremeño y cuajó una gran segunda tanda que volvió a hacer sonar la ovación en los tendidos. Mario Navas quiso cerrar su participación con unas bernardinas y luquesinas que quedaron algo embarulladas. La última aparición de Tristán Barroso fue rotunda de verdad: llevando de rodillas, en redondo, largo y poderoso al novillo. Enseñándonos de nuevo al respetable que el novillo todavía tenía fondo. Abrochó su actuación con un pase de pecho y desplante final muy toreros.

Así, la gente salió hablando de Tristán y de Mario, de Mario y Tristán que, más técnico el vallisoletano, más artista el extremeño, compartieron una ovación cerrada cuando el último novillo de la final abandonó el ruedo.

Y de principios y finales de los otros participantes de la final:

· El final desgraciado de Esteban Tabernero que, al dar el último pase de pecho al cuarto, el animal perdió las manos y cayó sobre la pierna del novillero. Huele a lesión fea de futbolista. Ojalá nos equivoquemos y lo veamos la semana que viene –de corto o de paisano– en el antruejo. El final muy serio y muy torero pero ignorado de Cristian Galeano Cid que se pasó al cuarto novillo – el de más trapío de la tarde - por donde él quiso, mandando en todo momento sobre el animal. Lástima que la cabeza de la gente estuviese más en la mala suerte de su compañero que en lo que pasaba en el ruedo.

· El gran inicio con pases por alto de Roberto Martín “Jarocho” en el tercero que nos demostró que se pueden hacer las cosas a favor de un novillo que se mantenía en la arena con alfileres y hacerlo con majeza y gusto. El desplante final de su compañero Sergio Sánchez que anduvo templadísimo toda su actuación.

· El inicio de faena valentísimo de Fernando Tato en el segundo con dos pases cambiados por la espalda de rodillas y el toreo encimista de Fabio Jiménez que toreó a un novillo que parecía embestir mejor con más de distancia.

· El inicio de buenos naturales pero con la muleta retrasada de Pedro Andrés Arija y el arrimón final en el primero de la tarde de José Luis Gómez Cirujeda cerrando su actuación con un gran circular al natural.

Veremos el jueves cuál es el fallo del jurado. Veremos si el jurado mira las actuaciones en el conjunto de todas las pruebas del bolsín o pondera solo la actuación en la final.