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José León se deja el alma en su lírico y sentido pregón para la Peña El Caballo
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CIUDAD RODRIGO | PRECARNAVAL CULTURAL

José León se deja el alma en su lírico y sentido pregón para la Peña El Caballo

Actualizado 19/02/2022 10:21
David Rodriguez

Durante la velada se entregó la Garrocha de Plata a Manuel Montero González, ‘Manolo Perita’

(> El pregón íntegro de José León se puede leer aquí: https://salamancartvaldia.es/noticia/2022-02-18-pregon-integro-de-jose-leon-para-la-pena-el-caballo-289942?utm_source=salamancartvaldia.es&).

Durante bastante tiempo será recordado -el público lo demostró brindando una larguísima ovación puesto en pie- el pregón que pronunció en la noche del viernes en el Teatro Nuevo Fernando Arrabal de Ciudad Rodrigo el poeta José León para la Peña El Caballo, ya que se dejó el alma ofreciendo una intervención llena de lirismo, tanto por su parte como por la compañía musical que tuvo sobre las tablas, con la voz de Alejandro Fernández.

La velada de la Peña El Caballo comenzó como es tradición en el Monumento al Garrochista, a donde llegó la Rondalla III Columnas para escoltar en dirección al Teatro Nuevo a la Corte de Honor del Carnaval (esta vez sí estuvo íntegra), a los miembros de la Peña, y a los dos protagonistas de la velada: el ya mencionado pregonero José León y el distinguido con la Garrocha de Plata de la entidad, Manuel Montero González, ‘Manolo Perita’.

Sobre Manuel Montero centró su intervención en el Teatro Nuevo el presidente de la Peña, Juan Luis Montero ‘Perita’, a la sazón hijo del galardonado, quién recordó que a su padre le tocó salir fuera, “como a muchos de Ciudad Rodrigo”, “siempre con su fiel Anita”, volviendo en los años 80 para ejercer como empresario y “para darle vida a los encierros a caballo, que volvieron tras 15 años” al Carnaval. Asimismo, recordó el papel que tuvo en el desarrollo de los concursos de acoso y derribo.

Juan Luis Montero ‘Perita’, quién resaltó que “echábamos de menos” el poder organizar actos como éste tras un año de ausencia: “dan ganas de juntarse, apetece”, espera que, siguiendo el ejemplo de su padre, se organicen cosas “para que Ciudad Rodrigo no caiga en la España vaciada”. Por el contrario, resaltó que “sí que somos de la España profunda, y con mucha honra, porque son profundas nuestras raíces”. Para presentar al pregonero, manifestó que “si hay un hombre que lo sabe contar y escribir es nuestro pregonero, que nos va ayudar a que Ciudad Rodrigo no entre en la España olvidada”.

José León inició su pregón dejando su sello, ya que lo abrió con una primera pieza recitada con la compañía de la guitarra, en este caso centrada en el encierro a caballo de Ciudad Rodrigo. En la primera parte de su “faena no muy larga, pero intensa”, dio las gracias a Antonio Risueño, recordó a antiguos pregoneros de la Peña El Caballo, y especialmente relató “el primer día que entré por una de estas siete puertas” de Ciudad Rodrigo, “cuna de estos dos bellos animales, padres de nuestra doma vaquera”. Al hilo de ello, recordó su experiencia previa en un tentadero en casa de los Guardiolas o su encuentro con Conrado, subrayando “cuánto no daría yo por volver a aquella época”.

Tras otra recitación sobre el mundo de la garrocha y el canto de la Sevillana de los Maletillas, el siguiente tramo del pregón lo inició hablando del Garrocha de Plata, Manuel Montero (con quién “el caballo ha vuelto a tener en Ciudad Rodrigo un papel que no tenía que haber perdido nunca”), para resaltar a continuación que la Peña El Caballo “venera a un garrochista único”, Miguel Bernaldo de Quirós y Tacón. De éste personaje recordó algunos pasajes, así como su contribución junto a José Luis Buendía a la fundación del Campeonato de España de Acoso y Derribo, que para él es “más arte que deporte”

En ese momento, repasó los nombres (dedicándoles también un poema) de destacados garrochistas y amparadores, con mención especial para Dionisio Holgado, quién estuvo presente en una de las plateas del Teatro, acercándose incluso a saludarle en mitad del pregón, aprovechando la siguiente canción de Antonio Fernández. A continuación, dio lectura a textos de “grandes poetas que se sintieron inspirados por esta bella ciudad de Salamanca cuando la conocieron”, como Miguel de Unamuno, Lope de Vega o Miguel López Quiroga Quintero, quién “cautivó” a José León, dándole pie a recitar unos versos propios “vestidos con acordes de sevillanas”.

El pregonero mencionó que “el campo salmantino siempre ha sido un enclave mágico, uno de los puntales del toreo” y “motivo de inspiración para mí”, antes de poder escucharse “la sevillana del pañuelo y despacio por la llanura”, tras la cual se entró en la parte final del pregón. En la misma, José León expuso que “hay que vivir las fiestas al máximo tras dos años tan duros”, aunque “no hay que perderle la cara al virus”.

Por último, deseó que “sigáis manteniendo este legado en este bellísimo pueblo, aquí en vuestra muralla se quedan los sueños y las ilusiones de muchos que soñamos ser toreros”, cerrando precisamente su intervención con otra composición propia sobre Ciudad Rodrigo y el Carnaval, en la que mencionó que “volver a Ciudad Rodrigo es trasladarme en el tiempo”, porque es “el alma taurina hasta los tuétanos”. Finalizada esta última pieza, el público del Teatro Nuevo se puso en pie para dedicarle una larga ovación.

Rep. gráfico: Adrián M. Pastor

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