De raíces guadramirenses, el presidente de la UPL tiene claro cuáles serán los objetivos de su partido tras las elecciones del 13F, lograr “un trato justo para nuestra tierra” y que la Región Leonesa tenga su propia comunidad autónoma
Vinculado a la localidad salmantina de Guadramiro, Carlos Javier Salgado Fuentes es doctorado en Ciencias Políticas por la Universidad de Salamanca, y desde hace unos meses presidente de Unión del Pueblo Leonés, partido que tiene como objetivos principales defender los intereses de las provincias de la Región Leonesa (León, Zamora y Salamanca), por lo que considera irrenunciable lograr “un trato justo para nuestra tierra” y que la Región Leonesa tenga su propia comunidad autónoma.
Estas son sus primeras elecciones como presidente de UPL, ¿qué espera de ellas?
Espero un crecimiento importante del partido, es algo que vienen apuntando ya las diferentes encuestas, que nos dicen que triplicaremos nuestra representación en Cortes y podríamos incluso alcanzar el grupo parlamentario propio. Yo espero que así sea, porque eso nos permitiría tener más voz, más tiempos de intervención en Cortes y derecho a registrar más iniciativas, lo cual creo beneficiaría a Salamanca, Zamora y León.
Como doctor de Ciencias Políticas, ¿díganos cuál es el espacio político de UPL en estas elecciones?
Pues dentro de lo que en ciencia política llamamos ‘clivajes’, Unión del Pueblo Leonés se movería tanto dentro del clivaje centro-periferia como del rural-urbano. Por ello, en UPL nos alejamos del clivaje más habitual en España en cuanto al análisis de formaciones que es el izquierda-derecha. En este aspecto, defendemos que en la actual comunidad tanto la periferia que representamos Salamanca, Zamora y León (y especialmente zonas como La Raya) como las comarcas rurales deben tener más protagonismo ante el abandono de una comunidad acostumbrada a hacer sus políticas de espaldas a los problemas de la Región Leonesa y especialmente de sus zonas rurales.
¿Cómo calificaría la situación actual de la comunidad en líneas generales, de las provincias leonesas, y de territorios como el de Las Arribes, del cual Ud. desciende?
Lo calificaría como una situación de emergencia regional. Tenemos la peor evolución de toda Europa en el ámbito socioeconómico, con los peores datos en la Región Leonesa pero además, dentro de ella, registrando los peores en La Raya. Y lo triste es que no siempre fue así. Por ejemplo, cuando se creó la comunidad de Castilla y León, en 1983, las provincias de Zamora, Salamanca y León eran la 2ª, 4ª y 7ª en índice de envejecimiento de las 9 de la comunidad. Hoy Zamora, León y Salamanca son ya la 1ª, 2ª y 3ª en índice de envejecimiento.
Por otro lado, la diferencia en la tasa de juventud entre las dos regiones de la comunidad era de 0’3 al crearse la comunidad, hoy esa brecha ha crecido hasta 2’0, multiplicándose por siete la diferencia. Y si nos vamos al nivel de renta per cápita nos pasa lo mismo, en 1995 la Región Leonesa tenía una renta per cápita anual 2.300 € menor que la de Castilla, y actualmente esa brecha se acerca a los 5.000 €, siendo precisamente la Región Leonesa la única región que se está alejando de la media española por abajo. Si sumamos a estos datos los de la tasa de actividad, crecimiento vegetativo y otros… Vemos que la situación es de absoluta emergencia.
Es más, si nos fijamos en que la Región Leonesa acumula 4 de cada 5 habitantes perdidos por Castilla y León desde su creación, con más de 170.000 habitantes menos entre Salamanca, Zamora y León desde 1983 (8.500 menos en el último año), el diagnóstico parece claro, y es que el invento birregional de Castilla y León no solo no funciona para la Región Leonesa, sino que nos perjudica.
Por la emigración masiva de nuestros jóvenes, somos precisamente Salamanca, Zamora y León las que tenemos una peor proporción nacimientos-muertes de la comunidad, hasta el punto de que el año pasado los fallecimientos multiplicaban por cuatro en Zamora y por tres en Salamanca y León a los nacimientos. Y eso es consecuencia del éxodo laboral al que se ha sometido a gran parte de nuestra población. No hay que olvidar que entre León, Zamora y Salamanca tenemos más de 600.000 personas emigradas o bien en otras zonas de España o bien en el extranjero, quedando apenas 948.000 habitantes en la Región Leonesa. Es la peor proporción de emigración de una región en toda Europa, y mientras tanto vemos cómo los grandes partidos miran hacia otro lado, en vez de preocuparse por dar la vuelta a esta catastrófica situación que nos lleva camino de la extinción como región.
En este aspecto, desde UPL seguiremos recordándoles estos datos y la necesidad urgente de darles la vuelta, pues esto no va del ‘y tú más’ al que están acostumbrados PP o PSOE, ni va de juegos de sillones. La situación de la Región Leonesa es tan grave que solo deja una alternativa: actuar, y además hacerlo con contundencia y cuanto antes, pues cada año perdido es una oportunidad que se nos va.
¿Esto tiene arreglo?
Sí, aunque es evidente que no tiene una solución fácil ni inmediata, especialmente en zonas como La Raya, donde el relevo generacional es prácticamente nulo. Y me refiero en este caso no solo a comarcas salmantinas como puedan ser La Ramajería o el Abadengo, sino que me refiero también a las zamoranas, como Sayago, Aliste o Sanabria. Toda la Raya de Zamora y Salamanca, pero también otras zonas de la Región Leonesa como la Tierra de Ledesma, Babia, La Cabrera o el tercio occidental del Bierzo están cerca de un punto de no retorno, y es por ello que hace falta actuar cuanto antes, no valen simples parches ni postureo, porque tenemos comarcas enteras en la UCI. Es una situación que, además, va más allá de la que sufre el medo rural en otras zonas de España o de Portugal.
En nuestro caso se suman las consecuencias derivadas de la falta de manejo de recursos propios por no tener una autonomía propia de la Región Leonesa. En este aspecto, la autonomía leonesa, más allá de ser un derecho constitucional que tenemos como región histórica, es una necesidad para el desarrollo de Salamanca, Zamora y León. También hemos de ser conscientes de que no es una varita mágica, no solucionaría los problemas de un día para otro, pero sí nos dotaría de unas herramientas y recursos que necesitamos para acometer inversiones en función de las necesidades de nuestra tierra, pues tendríamos competencias sobre industria, economía, capacidad para firmar convenios con Portugal, Extremadura, Galicia o Asturias, y el derecho a acceder a los fondos europeos de desarrollo, para los que actualmente nos vemos penalizados por estar junto a Castilla, dado su nivel de renta mayor, que nos impide acceder a ciertas ayudas. Y es que ahora creemos que las necesidades de la Región Leonesa son secundarias para una Junta a la que solo le importa el eje Valladolid-Burgos y su enlace a Madrid por un lado y País Vasco por otro.
Por ello, desde UPL planteamos un modelo de comunidad autónoma para la Región Leonesa en que haya un reparto de sedes e instituciones entre las provincias de Salamanca, Zamora y León, que a su vez vaya más allá de las capitales provinciales, y que evite repetir un modelo centralista como el implantado en la comunidad de Castilla y León, donde todo parece que deba pasar por Valladolid.
En paralelo planteamos planes territoriales de desarrollo, como ya hemos venido reclamando en Cortes para La Raya, para Béjar, o para el área de Fabero-Toreno, por ejemplo, para favorecer la inversión y el desarrollo en zonas especialmente degradadas cuya sangría demográfica debe frenarse con especial urgencia. Iniciativas que, desgraciadamente, han contado con el rechazo de grupos como PP, PSOE o Ciudadanos ya sea en las Cortes autonómicas o en el Senado.
¿Qué opina de la promesa de Mañueco de un Plan para la Raya?
Me parece que debería ser más coherente, porque en diciembre se debatió en las Comisiones de Presupuestos de las Cortes precisamente una enmienda de Unión del Pueblo Leonés que pedía un Plan especial de desarrollo de La Raya, y el PP votó en contra de ese Plan. Que ahora, menos de dos meses después, Mañueco venga planteando una idea de UPL como si fuese suya, y siendo algo que rechazó su partido… Pues me hace que pensar que la coherencia no es una de sus virtudes.
Por otro lado, no es la única incoherencia que le hemos visto, porque también prometió ayudas a los autónomos en el medio rural y reducción de IRPF a residentes, autónomos y empresas en medio rural, y es algo que hemos venido pidiendo desde UPL en los últimos años en los Presupuestos Generales del Estado y que se nos ha negado tanto por PP como PSOE, con el rechazo a estas enmiendas dependiendo en este caso de si estaban unos u otros en Moncloa.
En todo caso, en vista de que Mañueco se ha esperado a la campaña electoral a hacer la promesa del Plan de la Raya, nos tememos que no pase de ser simple humo, desgraciadamente. Y digo desgraciadamente porque nosotros estaríamos encantados de que hubiese un compromiso para el desarrollo de La Raya por parte de todos los grupos políticos, y desde luego, aunque esa propuesta partiese desde UPL, es un objetivo que creemos debemos compartir todos, por encima de ideologías o siglas. Por nuestra parte, seguiremos insistiendo en ese Plan de desarrollo de la Raya, y emplazaremos a quien gobierne la Junta a que lo lleve a cabo, independientemente de su color político.
¿Cuáles son las propuestas de UPL, en líneas generales, para mejorar la situación de la comunidad?
Consideramos que, en primer lugar, deben mejorarse los servicios públicos, y especialmente la Sanidad. No puede ser que sigamos con pueblos con el consultorio cerrado, o que en el noroeste salmantino sigamos sin una UVI móvil en Vitigudino, con pueblos con la ambulancia de emergencias propiamente dicha a más de 100 kilómetros. Eso no es normal. En este tema me gustaría apuntar que, después de haberlo pedido insistentemente desde UPL, hace unos meses desde el PP y Ciudadanos nos trasladaron que iban a dotar de una UVI móvil a Vitigudino (que en este caso sería de Soporte Vital Avanzado de Enfermería), pero aún seguimos esperando a que cumplan su palabra. En todo caso, desde UPL vamos a seguir insistiendo en que lo hagan, como seguiremos reclamando una mejor cobertura sanitaria en las comarcas que evite desplazamientos a las capitales en servicios que podrían darse perfectamente en las comarcas. Hablo en este caso de que los centros de salud de Vitigudino, Peñaranda o Puebla de Sanabria se conviertan en centros de especialidades, o que haya hospitales comarcales en Ciudad Rodrigo, Béjar o Astorga, pues vemos que en tierras cacereñas Coria con una población similar posee un hospital comarcal y, de hecho, el modelo de hospitales comarcales que tiene Extremadura funciona mejor que el que tenemos aquí, donde la falta de servicios en las comarcas perjudica a los propios ciudadanos al obligarles a desplazarse más, y además, acaba saturando el Hospital de Salamanca, que es de hecho el que tiene más lista de espera de toda la autonomía.
En todo caso, más allá de la Sanidad queremos también una mejora de la Educación pública, que incida además en un fomento de la investigación y el desarrollo, aprovechando que acogemos la Universidad de Salamanca, de la que creemos no estamos aprovechando todo su potencial, pues podría servir de motor de desarrollo para proyectos a implementar en la provincia.
Además, en materia de infraestructuras necesitaríamos una mayor vertebración y conexión con otras zonas. Por un lado, habría que reconectar el Oeste de España mediante el corredor ferroviario de la Vía de la Plata, finalizar la electrificación de la línea Salamanca-Fuentes de Oñoro (que nos prometieron estaría en 2020 y la seguimos esperando), reconectarnos con Oporto, y tender puentes literalmente entre Masueco y Portugal y el área Monleras-Villaseco de los Reyes con Carbellino de Sayago, para favorecer los pasos y relaciones desde el noroeste salmantino y, con ello, el intercambio comercial y económico desde Las Arribes hacia Portugal y Sayago.
Además, en nuestra vecina Zamora nos encontramos necesidades como la autovía Zamora-Portugal, que debía llevar hecha más de dos décadas y sigue retrasándose, aunque eso sí, el otro día llevaron para la foto una máquina a Aliste desde el Gobierno, para intentar vender en plena campaña electoral que están en ello (cuando viendo las partidas que han destinado a la Zamora-Portugal en los PGE es evidente que no lo están).
Más allá de esto, es obvio que en materia económica habría que incidir mucho para mejorar la situación. Desde UPL defendemos el desarrollo de planes territoriales de empleo y desarrollo atendiendo a las especificidades de nuestras comarcas, pero también dotar en paralelo de incentivos al asentamiento y mantenimiento de empresas, y al desarrollo de polígonos industriales. En este último tema nos parece un desprecio a Salamanca, Zamora y León que, en el último proyecto de Presupuestos de la Junta que presentaron PP y Cs, la cantidad destinada a polígonos industriales en la Región Leonesa no llegase ni tan siquiera al 2% del total autonómico, frente al 98’5% que destinaban a Castilla.
Creemos que es un triste síntoma de lo poco que les importa nuestra región. Seguimos esperando que Mañueco cumpla sus promesas sobre el desarrollo del Puerto Seco de Salamanca (incluyendo las que hizo cuando fue alcalde de Salamanca), seguimos a la espera de que cumplan con lo prometido para ampliar el polígono de Ciudad Rodrigo, y seguimos esperando que se cree industria en Béjar con un plan de reindustrialización que no ha pasado de titulares después de más de 2 años vendiéndonos la moto. Un plan de reindustrialización de Béjar que, por cierto, fue propuesto por UPL, rechazado por PP y Cs, y presentado meses después en su nombre desde la Junta, aunque desgraciadamente, sigue sin desarrollarse y sólo hemos visto titulares vendiendo humo, pues no se está creando industria ante la dejación de funciones y la falta de iniciativa de la Junta para ello.
¿Qué necesitan provincias como Salamanca y Zamora, y territorios como Las Arribes o Sayago, los más azotados por el problema de la despoblación, para contemplar el futuro con un poco más de esperanza?
En primer lugar, que desde la administración se apueste por ellas, y se haga de verdad, con un plan que contemple una estrategia a cumplir a corto, medio y largo plazo, y que incluya tanto inversiones en infraestructuras para mejorar la permeabilidad del territorio respecto a otras zonas (en este aspecto, puentes como los de Masueco y Carbellino serían esenciales), como sobre todo un impulso económico.
En este aspecto, hablamos de incentivos para el asentamiento y permanencia de tejido empresarial en la zona, que se cuide a los autónomos y pequeñas y medianas empresas que dan vida a la zona, y a la vez, en paralelo que la propia administración tome la iniciativa.
Por ejemplo, desde UPL creemos que se debe potenciar la industria de transformación agroalimentaria en nuestra tierra, y en este aspecto creemos que Las Arribes es una zona ideal para ello. Nuestra ganadería da unos productos de altísima calidad, pero sin embargo gran parte de nuestra materia prima se transforman en productos finales en otras zonas, creando el empleo de esa transformación del producto fuera de aquí. Creemos que debemos dar ese paso aquí y aprovechar nuestros productos en todas las fases productivas. Es algo que, por ejemplo, también sería aplicable a la agricultura, al ser zonas como Las Arribes o la Sierra de Francia especialmente ricas en frutales o en frutos secos, pero falta una comercialización en la zona de esos productos.
Y algo parecido podemos decir del vino, en el que tenemos una Denominación de Origen como Arribes reconocida por la alta calidad de sus productos, pero que sin embargo no tiene la promoción que debería y, lamentablemente, es casi imposible pedir un Arribes en la propia capital provincial. Y otro tanto podemos decir del queso, con la Marca de Garantía Queso Arribes de Salamanca que, cualquiera que haya probado el queso con ese sello, sabe que es de una calidad superior.
En este aspecto, debemos potenciar más nuestras marcas de calidad, y aprovecharlas para que conociéndose más, puedan aumentar su capacidad de producción y, con ello, puedan generar más trabajo y fijar más población en la zona. Debemos ser conscientes de que, por ejemplo, cuando tomamos vino DO Arribes, cuando comemos queso de MG Arribes de Salamanca, o cuando usamos productos como el aceite de oliva que se elabora en el Abadengo o La Ribera, estamos ayudando a que nuestros productores sigan en pie, y estamos ayudando a mantener vivos nuestros pueblos y nuestra zona.
El PP dice que es el partido del campo y el PSOE que Castilla y León necesita un cambio vistos los resultados de 35 años de gobierno popular. ¿Qué opina?
Creemos que hace falta un cambio pero, sobre todo, de marco autonómico. Cuando el 82% de la población perdida por esta autonomía se concentra solo en la Región Leonesa, está claro que Castilla y León es un modelo que no nos sirve en Salamanca, Zamora y León. Como tampoco sirve empecinarse en seguir unas políticas que nos están llevando a la ruina, pues el PP no está cuidando del campo por mucho que se autodefina como defensor del campo. Los costes de producción son cada vez mayores para nuestros ganaderos, mientras los precios que se les pagan por cordero o ternero llevan años anclados, y desde la administración no se están tomando cartas en el asunto para amortiguar una situación que está ahogando a nuestros ganaderos, que son los que en definitiva están manteniendo con vida a nuestros pueblos. En este aspecto, que Pablo Casado se haga una foto con un cordero o que Pedro Sánchez diga que le gustan los filetes no pasa de postureo cuando, en paralelo, vemos cómo, por ejemplo, el gasoil no para de subir.
Por otro lado, vemos cómo ante los ataques de fauna salvaje en la zona no se compensa adecuadamente a nuestros ganaderos, ni se les dan ayudas para mejorar sus instalaciones ante posibles ataques o para reforzar con mastines sus rebaños. Todo siempre acaba desembocando en que adelanten el dinero los mismos, los ganaderos, que cada vez se ven más ahogados, mientras las ayudas desde la administración se pagan tarde y mal, y en algunos casos ni eso.
Por otra parte, es cierto que hay una necesidad de cambio tras 35 años de gobierno del PP en la Junta, pero no solo un cambio de sillones, que parece que es lo que propone el PSOE. Desde UPL creemos que hace falta cambiar gran parte de las políticas actuales porque los resultados no pueden ser peores para nuestra tierra, pero no nos vale con cambiar a Mañueco por Tudanca en un simple cambio de caras. Vista la emergencia social en que vive la Región Leonesa hay que ser ambiciosos y darle carpetazo a este modelo territorial que nos lleva al abismo. En este aspecto, esta semana el propio Tudanca ya ha dicho que eso no lo contempla, o lo que es lo mismo, que solo quiere hacer creer que va a cambiar algo para después del 13-F no cambiar nada. Y, sinceramente, para hacer el canelo con la UPL que no cuenten. Nosotros estamos para encaminar el futuro de Salamanca, Zamora y León hacia los mayores índices de prosperidad que nos sea posible, y no queremos perder el tiempo en juegos de sillones.
Si quieren hablar de cambio hablaremos, pero nuestra intención es hacerlo de forma seria, con una apuesta clara para dar la vuelta a los índices negativos que arrastramos las tres provincias leonesas, y planteando que se deje de secuestrar el derecho constitucional de la Región Leonesa a ser autonomía, para que podamos manejar nuestros recursos e inversiones en función de las necesidades de Salamanca, Zamora y León.
Según las encuestas, parece improbable que UPL gane las elecciones. ¿Entrarían en algún equipo de Gobierno del PP o del PSOE o se limitarían a contraer acuerdos puntuales a cambio de algunos de sus objetivos?
UPL no va a entrar en ningún equipo de gobierno ni de PP ni de PSOE porque, entre otras cosas, no creemos en la comunidad autónoma de Castilla y León. Intentaremos, mientras sigamos en ella, ser lo más influyentes que nos sea posible para mejorar la situación de Salamanca, Zamora y León, y en ese aspecto podremos llegar a acuerdos puntuales en que podamos pactar determinadas políticas e inversiones que mejoren la situación de nuestra tierra y de nuestra gente, como ya hemos logrado con algunas partidas presupuestarias para monumentos, infraestructuras y sanidad de la provincia, y seguiremos trabajando en ello durante toda la legislatura. En todo caso, de cara a la investidura tenemos dos líneas rojas, una es que se den pasos claros y firmes para poder crear la comunidad autónoma de la Región Leonesa, y otra es que se fije un paquete de inversiones ambicioso para Salamanca, Zamora y León.
¿Qué es irrenunciable para UPL?
Hay varias cuestiones. Por un lado, un trato justo para nuestra tierra. Y me refiero a que, por ejemplo, no ocurran casos como el de los fondos transfronterizos, de los que la mitad la Junta los ha derivado a provincias que no tienen frontera con Portugal, hasta el punto de que Valladolid sin ser fronteriza ha recibido más fondos transfronterizos que Zamora. Eso no puede seguir sucediendo, y exigiremos que se corrija porque es una tropelía para Salamanca y Zamora en este caso.
Y por otro lado, como no podía ser de otra manera, la creación de una comunidad autónoma de la Región Leonesa. Creemos que es algo irrenunciable. Y no sólo por ser un derecho constitucional que se está secuestrando desde los grandes partidos y al que tenemos derecho como región, sino también porque nos permitiría tener herramientas para mejorar la situación socioeconómica de la Región Leonesa.
Hace aproximadamente dos años, a raíz de las primeras mociones pro-autonomía leonesa que se empezaron a aprobar en ayuntamientos de León, Zamora y Salamanca (y que suman ya más de medio centenar de municipios con mociones aprobadas) salió a la luz un estudio hecho por un medio que hacía una estimación del presupuesto que manejaría una comunidad autónoma de la Región Leonesa. En este aspecto, calculaba que si del presupuesto provincializado de la Junta, entre Salamanca, Zamora y León recibían en torno a 2.500 millones de euros anuales, con una autonomía leonesa percibirían más de 5.000 millones, teniendo en cuenta tanto los fondos europeos que ingresaría por nivel de renta, como los propios ingresos y transferencias del Estado que recibiría la Región Leonesa teniendo en cuenta los que reciben comunidades de similar población como Extremadura o Aragón.
En este aspecto, desde UPL consideramos que la autonomía propia es irrenunciable tanto por ser un mal negocio el actual marco autonómico para Salamanca, Zamora y León, como por ser algo que merecemos y nos debemos como región, pues no hay que olvidar que el blasón de la Región Leonesa, heredera del Reino de León, ocupa el segundo cuartel del escudo de España, y en este aspecto, consideramos que renunciar a una autonomía de la Región Leonesa sería poco menos que un insulto para la historia de España, pues no compartimos la postura de partidos como PP, PSOE, Podemos, Ciudadanos o Vox de empeñarse en seguir escupiendo al segundo cuartel del escudo de España, negando que el antiguo Reino de León esté en igualdad de condiciones a otras zonas de España.
Por último, ¿qué quiere decirle a los votantes de cara a ese 13 de febrero?
Solo pedirles que voten en conciencia, pensando en los intereses y necesidades de Salamanca, y que por otro lado valoren el trabajo que hemos venido realizando desde Unión del Pueblo Leonés (UPL) en los últimos años. En este aspecto, si valoran positivamente nuestro trabajo, les pediría su voto para que con esa confianza podamos seguir peleando por los intereses de la provincia de Salamanca y del resto de la Región Leonesa, para ser más fuertes e influyentes en las instituciones.