- Buenos días doctor
- Buenos días. Vaya quitándose la camisa
- Pero oiga doctor, si no le he dicho lo que me pasa
- Uy, perdone usted. Es la costumbre. Pues dígame qué le pasa y sea preciso, que esta consulta presencial es todo un lujo
- Pues mire….estoy cansado….desmotivado…. como triste….me siento confuso ante la pandemia y sus restricciones….
- Mmmmm…. Usted puede tener fatiga pandémica
- ¿Y eso qué es?
- Pues lo que usted ha dicho. Es muy común en estos tiempos. Lo tiene mucha gente.
- ¿Eso es lo mismo que estar hasta los mismísimos?
- Algo así. Yo también estoy parecido. Si yo le contara…
Los expertoscientíficosquesabenmuchodetodo, nos han dicho que ahora hay fatiga pandémica. Es lo de estar hasta los mismísimos de toda la vida, pero más ahora. Y sí, yo me veo reflejado. Y veo a mucha gente conocida. Noto cansancio, estrés, hipersensibilidad emocional… Somos más sensibles y susceptibles a los comentarios de los otros. Los otros. Aquellos seres humanos que amenazan mi supremacía en mi mundo de mi yo. Mi ego se ve amenazado. El otro día me preguntó un conocido: ¿Cómo estás? Y me fui mosqueado para casa, porque sé que algo más quiso decir.
Me mosqueo porque veo migas en el suelo del ascensor de mi bloque, porque me ha mirado de reojo la vecina del cuarto, porque se me coló una señora mayor en la panadería y porque ponen muchos anuncios en la tele. Me enfado por casi todo y me molestan casi todos. Es verdad que estos meses de normas, cambiantes cada semana, me han traído loco. Es verdad que las restricciones las llevo regular y que noto que la mascarilla no me favorece, porque me tapa media cara. Así que me estoy adaptando como los dinosaurios hace millones de años, e intento sacar ventaja de tanta mandanga pandémica: no me leen los labios cuando conduciendo digo piropos a los otros conductores, evito contacto personal con medio planeta, y no me reconoce el otro medio. Todo tiene sus ventajas, pero no, creo que no compensa poniendo todo en la balanza.
Veo en las noticias que el presidente inglés hacía o permitía fiestorras en medio de la pandemia. Me hubiera gustado haber sido invitado, pero dado que no fue el caso, me fastidia mucho que otros lo hayan hecho. Encima de esos expertosasesoresguais que nos dicen a los demás lo que tenemos que hacer. Y así voy, de cabreo en cabreo, y notando que mi piel se hace más sensible que nunca. Tendré que comprar una protección solar triple para este verano.
Pero sí que veo que mi fatiga se agrava por tanta palabra vacía de los salvadores de la nación y la región. Por tanto geta, cara, mangante, chupón y aguafiestas. Por tanto vendedor de palabra, de gestos políticamente correctos, y de salvación. Por creer que nos tratan como si fuéramos tontos o ciegos, o qué se yo. Tengo fatiga de ver cómo los ricos se han hecho más en la pandemia y por lo tanto, los pobres más. De seguir viendo machitos y machurolos maltratando a mujeres, niños o lo que sea. Tengo fatiga de escuchar a vendemotos y timoratos. Me cansan las luchas de egos. No sé si todo eso (y más) tiene que ver con la pandemia o ya venía de atrás.
- Doctor, me ha parecido muy interesante su punto de vista, que discrepa poco del mío
- Gracias a usted señor paciente, por escucharme durante este rato.
- De nada, para eso estamos
La empresa Diario de Salamanca S.L, No nos hacemos responsables de ninguna de las informaciones, opiniones y conceptos que se emitan o publiquen, por los columnistas que en su sección de opinión realizan su intervención, así como de la imagen que los mismos envían.
Serán única y exclusivamente responsable el columnista que haga uso de nuestros servicios y enlaces.
La publicación por SALAMANCARTVALDIA de los artículos de opinión no implica la existencia de relación alguna entre nuestra empresa y columnista, como tampoco la aceptación y aprobación por nuestra parte de los contenidos, siendo su el interviniente el único responsable de los mismos.
En este sentido, si tiene conocimiento efectivo de la ilicitud de las opiniones o imágenes utilizadas por alguno de ellos, agradeceremos que nos lo comunique inmediatamente para que procedamos a deshabilitar el enlace de acceso a la misma.