ASAJA Salamanca señala que “la administración regional debería sufragar todos los gastos, además de contemplar el lucro cesante y, sobre todo, debería alimentar a los buitres”
La organización agraria ASAJA en Salamanca ha dado la voz de alarma por un nuevo ataque de buitres a ganado vivo. La explotación, que ha sufrido la mañana del 18 de enero la pérdida de un ternero “vivo y totalmente sano”, está situada en el término municipal de Bañobárez, perteneciente a la comarca de Vitigudino, por lo que son dos ataques denunciados en Las Arribes en menos de una semana.
“Conducía por una carretera cercana cuando vi muchos buitres sobrevolando la zona; así que decidí ir a la explotación, que está por esa zona”, desvela el ganadero. “El problema es que los buitres están muertos de hambre y, al final, atacan, aunque sea a presas más inofensivas”. El afectado asegura que la reproductora estaba “totalmente exhausta” debido, probablemente, a un esfuerzo banal de ahuyentar a las aves, “Pero con tantos buitres, no se puede. Cuando yo llegué aún había unos 40”, afirma el ganadero.
“Es una pena que tengamos que pasar por esto, pero es lo que nos toca si no se hacen cargo”, afirma resignado el ganadero, quien acabó el año con otro ataque de fauna salvaje, concretamente de meloncillos. “Además de perder al ternero, seguramente tengamos problemas con la vaca, porque puede tener problemas en las ubres al no amamantar al ternero. Y no podemos estar ordeñando a una vaca que está en extensivo”.
ASAJA Salamanca insiste en que la Junta de Castilla y León debe hacerse cargo de los daños que ocasionan estas aves “puesto que es su responsabilidad”. Según fuentes de la organización agraria, “la administración regional debería sufragar todos los gastos incurridos, además de contemplar el lucro cesante y, sobre todo, de distribuir alimento a los buitres para que cesen los ataques de esta especie que ha cambiado su modo de alimentación –de carroñeros a depredadores– por falta de comida".
Hay que recordar que el pasado jueves un ganadero de Lumbrales denunciaba otro ataque de buitres en El Abadengo, suceso que se daldaba con la vida de la vaca y el becerro en el momento del parto.