Siempre fue el poder una fuerza sospechosa. Por una razón: cuando uno tiene en sus manos posibilidad de actuar, y las miradas de los demás se orientan en otra dirección, piensan algunas personas, que todo está permitido. Gran error, llegar a esta conclusión. Pues la verdad, a pesar de ser maltratada por la inmensa mayoría de la gente, nunca será destruida, ni siquiera apartada de esos ámbitos en que parece más ignorada.
Tiene a su favor la facultad de esconderse y, precisamente, es en esa oscuridad donde se hace más fuerte. No elige un lugar cualquiera para ocultarse; se queda muy cerca de nosotros, tan cerca, que no podemos apartarla de nuestra mente. Basta un detalle imprevisto, para que salgan a la luz las malas artes que la mantenían oculta.
Quizá tenga que incluir en mis reflexiones los enormes defectos de nuestros sistemas democráticos, lamentablemente obsoletas. Muchos aprovechan sus lagunas para enriquecerse legalmente, aunque su conducta sea inmoral. Habría que dotar a nuestro ordenamiento jurídico de leyes ajustadas al momento en que vivimos. No son pocos los que acceden a la exclusión social como resultado de la delincuencia económica.
Algunos delitos de los que hoy se cometen carecen de regulación en nuestro ordenamiento legal, y no pueden ser sancionados con la contundencia precisa, ajustada, en todo caso, al daño que producen.
Nueva normativa se hace necesaria, para terminar con tanta corrupción y miseria. Pero, quienes tienen que llevar a cabo tan digna función, andan enfrascados en conversaciones para repartirse los puestos y los recursos. La sombra del poder, una vez más, erosiona nuestra confianza. Los buenos propósitos de la campaña electoral no se traducen en resultados favorables para los ciudadanos.
Señores diputados: abandonen sus controversias, y hablen en serio de los problemas de los españoles. Trabajo, Educación, Sanidad son cuestiones que siguen sobre la mesa. Han de pensar, asimismo, en aquellas empresas que dependen de la inversión pública para seguir funcionando. Muchos puestos de trabajo están en juego.
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