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Complicada mañana dominical con hasta tres corneados de consideración
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Complicada mañana dominical con hasta tres corneados de consideración

Actualizado 07/02/2016
David Rodríguez

CIUDAD RODRIGO | El encierro 'a caballo' duró casi hora y media, tras el cual hubo una capea con dos astados

[Img #554110]A la hora de publicarse esta información -minutos después de las 16.00 horas de la tarde-, continúa siendo operado en la enfermería de la plaza de toros de Ciudad Rodrigo el tercer corneado durante la mañana del Domingo de Carnaval, que fue complicada y dramática a partes iguales.

Hablar de Domingo de Carnaval en Ciudad Rodrigo es hacerlo del siempre esperadísimo encierro a caballo, que atrae a miles de personas de múltiples rincones. Tras una noche de muchas lluvias, la mañana amaneció despejada, por lo que toda esa multitud se dispuso a presenciar un novedoso encierro, con un exiguo tramo de campo al que estaba prohibido el acceso de público.

Con puntualidad, los astados sevillanos de Aguadulce protagonistas del encierro salieron de los corrales situados en lo alto del Teso de Valhondo. En los primeros metros, uno de los toros ya se quedó emplazado, perdiendo de vista al resto de la manada, que bajó por la ladera, esperándole más allá de la mitad de la misma la escasa docena de caballistas que tomaron parte en el encierro.

Durante todo el tiempo previo al encierro, la Guardia Civil había estado controlando que nadie accediera al tramo prohibido, advirtiendo de forma especial a varias personas. Llegado el momento de la bajada de la manada, la Guardia Civil procedió a retirar su cordón de seguridad, lo que fue aprovechado por varias personas para introducirse en el tramo prohibido. Fue en ese momento cuando se desataron todos los problemas.

[Img #554126]Desde la parte izquierda del mallazo (en el tramo prohibido) se llamó al ganado, desviándose dos toros contra ese lado, e hiriendo a dos personas allí situadas de gravedad, un padre y un hijo de la conocida familia de los Pichoga. Además de herirles a ellos, los astados rompieron el mallazo, llegando a salir del mismo tres de ellos.

Por fortuna, dos de los toros decidieron continuar por la zona de campo situada a la izquierda del mallazo (podían haberse dirigido incluso a la zona de público situada fuera de agujas), mientras que el tercer toro se volvió a meter al recorrido, deshaciendo junto a otro toro el camino andado (es decir, subieron hacia la zona de los corrales).

Mientras tanto, el grupo de caballistas se encaminaba Avenida Conde de Foxá arriba con varios cabestros y un único toro. Tras dejarle arriba, los caballistas regresaron al tramo de campo, cogiendo sobre las 11.25 horas a uno de los toros que estaba suelto y llevándole también hacia la Plaza.

Posteriormente fue el turno de los corredores. Una vez se consiguió solventar el problema del mallazo roto, un numeroso grupo de personas empezó a subir por el lateral derecho de la ladera, para intentar hacer bajar a los dos toros que había dentro del recorrido. Con esfuerzo, dos mozos consiguieron hacer descender a los astados, uno detrás de otro.

En los primeros metros del recorrido urbano, un joven recortó hacia atrás al astado que iba en primer lugar, deteniéndose cuando había cogido ritmo. En ese momento, ese astado intentó levantar (casi lo consigue) una de las agujas de la parte izquierda. Entre tanto, llegó su hermano de manada, con el que se enfrentó en un primer momento, causando ambos instantes de peligro al arremeter contra varias agujas.

[Img #554477]Tras ello, cogieron cierto buen ritmo, y aunque en un largo peregrinaje, fueron alcanzando de uno en uno la plaza de toros, donde se dio el encierro por concluido a las 12.25 horas, cuando ya estaban en la enfermería de la plaza los dos heridos, de 51 y 78 años de edad (que acabaron por ser trasladados a Salamanca en torno a las 13.30 horas el más joven y las 14.30 horas el más mayor).

Concluido el encierro, fue turno para la capea, que sólo contó con dos toros (los dos primeros que llegaron), pero que dio numerosísimos problemas. Para empezar, el primer toro enganchó al joven recortador mirobrigense Manuel Gómez. El joven fue llevado a la enfermería, y pese al momento de tensión, enseguida se comprobó que no había sufrido ninguna herida, abandonando por su propio pie la enfermería instantes después. El primer toro estuvo en la plaza durante casi una hora, hasta que se consiguió meterlo en los toriles (cerca ya de las 13.30 horas).

El tercer corneado de consideración durante la mañana dominical tuvo lugar en el segundo toro de la capea, cuando éste astado sacó a un joven del burladero en el que estaba, propinándole dos cornadas de gravedad, por las que fue también trasladado con urgencia hasta la enfermería. Pese a lo aparatoso de las heridas (dejaron mucha sangre), la primera impresión en la enfermería de la plaza fue que el joven había tenido bastante 'suerte', ya que las cornadas no habían afectado a ninguna arteria importante, aunque se preveía que la operación iba a durar bastante.

En torno a las 14.10 horas, se decidió soltar el desencierro, con los dos astados que intervinieron en la capea. Pese a que se hicieron los remolones a la hora de salir de la Plaza, los dos astados no tardaron 'demasiado' en alcanzar los toriles de San Pelayo, dándose el desencierro por concluido a las 14.25 horas.

El parte de los corneados

El primero de los heridos, J.J.B.H., de 78 años de edad, llegó a la enfermería con dos heridas por asta de toro y herida incisocontusa en la cara palmar de la mano derecha con afectación de piel y tejido celular subcutáneo. Una de las astadas fue en el tercio superior de la cara lateral del muslo derecho, con tres trayectorias: la primera ascendente de 20 centímetros rompió el tensor de la fascia lata llegando hasta la espina iliaca anterosuperior; la segunda, trayectoria inferomedial de unos 20 centímetros con rotura completa de sartorio en tercio superior; y la tercera, trayectoria inferioanterior y lateral de unos 15 centímetros que afecta a tejido celular subcutáneo y ruptura de la fascia lata. La segunda herida por asta de toro fue en el tercio medio de la pierna izquierda, con trayectoria ascendente de 20 centímetros que llega hasta hueco poplíteo, y otra segunda trayectoria descendente de 10 centímetros disecando gastrocnemio y aponeurosis del sóleo. Fue remitido al Hospital Clínico de Salamanca con pronóstico muy grave.

Mientras, el segundo de los heridos en el encierro a caballo, J.M.B.G., de 51 años de edad presentaba una herida por asta de toro en el muslo derecho de unos 20 centímetros de oficio de entrada y tres trayectos. Uno de ellos, hacia debajo de unos 15 centímetros, provocó un arrancamiento del cóndilo femoral interno, exponiendo la articulación de la rodilla y fracturando la meseta tibial interna con despegamiento del menisco interno, desgarrando por arrancamiento la pata de ganso. Otro de los trayectos, hacia arriba y afuera de unos 30 centímetros que llegó a la cara anterior del muslo con graves desgarros en vaso interno y recto anterior, disecando el paquete femoral al que contunde en unos 7 centímetros y provocando arrancamiento de colaterales arteriales y venosas. El tercer trayecto, hacia fuera de unos 20 centímetros, contunde el fémur y arranca colaterales venosas agravando las lesiones musculares descritas. Fue remitido al Hospital Clínico de Salamanca con pronóstico muy grave.

Por último, el herido por asta de toro en la capea, S.S.Z., de 24 años de edad, presentaba una herida por asta de toro en el muslo derecho, en la cara posterior de unos 25 centímetros de orificio de entrada y dos trayectos hacia la cara anterior del muslo y triángulo de Scarpa, atravesando dicho muslo en abanico que llega a trocánter menor y ligamento inguinal que provoca rotura de colateral de arteria femoral común, superficial y profunda con gran espasmo a nivel de arteria común y superficial sin encontrar pulso distal; arrancamiento de colaterales venosas de la femoral común y de la profunda; y lesiones musculares severas en isquiotibiales y aductores. Fue remitido al Hospital Clínico de Salamanca con pronóstico muy grave.

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