En el año 2012 la Fundación Botín publicó un informe en colaboración con un equipo internacional de profesionales expertos en educación. Con el título que encabeza el artículo, el estudio apuntaba que los métodos pedagógicos creativos y artísticos elevan un 17,6 % las posibilidades de que los alumnos cursen estudios superiores y disminuyen en un 10% las de desempleo.
El sistema educativo está pidiendo un cambio a gritos. Dicen los expertos que el 70% de los empleos en los que trabajaran nuestros niños aún no existe. Esto significa que estarán obligados a tener respuestas para preguntas que aún no se han hecho. Por tanto, solo con una educación adecuada a sus tiempos, que les proporcione herramientas para defenderse en el nuevo mundo que aún está por formarse, solo así les estaremos preparando para ser capaces de transformar el saber en algo útil.
Y esos saberes deben provenir del despertar de su curiosidad y de la aplicación de la creatividad como un motor fundamental que permite mirar las cosas de un modo diferente, pensar posibilidades nuevas, idear respuestas y ser más críticos.
Utilizar el cine para estimular el recuerdo y potenciar la capacidad inventiva; la danza, que reduce el estrés y mejora la atención; la música, para despertar emociones y crear vínculos; o las artes plásticas, que conectan razón y emoción, intuición y percepción; el teatro, que estimula la cooperación y el trabajo en equipo; y, como no, la lectura, que nos permite viajar a otros mundos, conocer nuevas culturas, adquirir vocabulario, ser más críticos? Tantas y tantas razones.
Los adultos del futuro no necesitan una nueva ley educativa que experimente con las consonantes restantes: LOMCE, LOCE, LOGSE? Ya estamos hartos de cambios y juegos de palabras, de faltas de respeto al oficio más necesario del mundo, el de maestros, y de darle respuestas a preguntas que ya nadie se hace pero vienen en los libros de texto. Lo que realmente necesitamos es un plan común por crear modelos que no conduzcan al fracaso escolar ni a convertirnos en meros consumidores de contenidos que, con una formación adecuada, podemos crear.
Lo dicho, ¡buenos días, creatividad!
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