En el pasado noviembre, coincidiendo con la publicación de datos de Emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) en España, comentaba que es un serio problema que el gobierno, y la mayor parte de ciudadanía, estaban arrinconando. Y no entro en la gravísima irresponsabilidad de gobiernos como el de Estados Unidos, uno de los principales emisores de esos gases. Nos enfrentamos a un grave y peligroso riesgo para nuestro futuro, para quienes habitan sobre nuestro planeta.
Como ocurre desde hace años, estos días Comisiones Obreras ha publicado su tradicional, y esperado, informe anual sobre la evolución de los gases de efecto invernadero en España, con su estimación para 2017. Al menos sí se han hecho eco de él bastantes medios de comunicación. Y cobra más relevancia al coincidir con el cambio de partido en el gobierno, que parece apuntar hacia la búsqueda de soluciones serias al problema, no en vano han creado un Ministerio para la Transición Ecológica, que es muy de agradecer.
Cuadrro resumen obtenido de la publicación de Comisiones Obreras.
Si algo deja claro el informe es que el descenso de la emisión de GEI los años anteriores está descaradamente vinculado al declive de la actividad económica que ha originado la grave crisis, en realidad un cambio de sistema económico que recuerda en demasiados aspectos al siglo XIX. Con la supuesta bonanza económica, más debida a la coyuntura internacional (como siempre) que a los esfuerzos gubernamentales, volvemos a contaminar demasiado. Eso sí, ahora menos españoles tienen esa capacidad puesto que no todos han salido de la crisis todavía, quizás de ahí el errático comportamiento desde 2013.
En 2017 hemos subido más que nunca desde que existe el Protocolo de Kioto, un 4'46%. Teniendo presente que la base 100, acordada por los países en los acuerdos climáticos, es la de 1990, acumulamos un 17'91% de crecimiento sobre ella. Bien es cierto que muy por debajo del 54'17% de 2007. Se ha debido principalmente a cómo se ha producido electricidad el pasado año. Sí, esa carísima electricidad que, sometida a las leyes del mercado que tanto quieren los liberales de pacotilla que campan en nuestro país (muchos de ellos cobrando sueldos públicos), no va a bajar nunca.
Las dos imágenes proceden de la publicación La Energía en España 2016.
Los datos de este cuadro proceden del IDAE. No olvidemos que en la energía nuclear España no realiza todos los pasos para la conversión del uranio en combustible , y nuestras reservas no son rentables actualmente.
Y el sector del transporte, poniendo en evidencia la equivocada política ferroviaria de la alta velocidad puesto que la carretera sigue reinando, se consolida claramente como el principal sector emisor de GEI, al ser el principal consumidor de energía, procedente de hidrocarburos en su inmensa mayoría. A lo que hemos de sumar la obsesión actual por el gas natural, también hidrocarburo por si a alguien se le olvidó, que por mucho que publiciten los autobuses urbanos de Salamanca, o grandes empresas energéticas en medios de comunicación, no es ecológico sino menos contaminante, y esto ya no sirve. A ello se suma la generación de electricidad, donde el carbón sigue presente junto al gas natural. Todo esto, además, convierte a nuestra economía en muy dependiente del exterior, comprometiendo incluso nuestra propia seguridad como país.
Cuadro obtenido del Anuario Estadístico de España 2018.
Insisto una vez en la necesidad que tenemos de replantearnos, sin presiones de las grandes empresas, el modelo energético español, que viene a ser lo mismo que repensar el modelo económico. Y este es un debate de Estado que implica a toda la ciudadanía, no sólo a unos pocos, con mucha luz y taquígrafos. Y ello vinculado a una política climática con objetivos decididos y ambiciosos para reducir los GEI en todos los sectores económicos. El nuevo gobierno, de duración incierta, y toda la sociedad española, y la Tierra, tiene ante sí un reto descomunal que no podemos seguir obviando sólo porque a unos pocos les llene el bolsillo. En un planeta destruido ¿para qué les servirá?
nforme Evolución de los Gases de Efecto Invernadero en España (1990-2017):
http://www.ccoo.es//f55a0e756cfd6c6a0b071e79d851dfd7000001.pdf
La Energía en España 2016:
http://www.minetad.gob.es/energia/balances/Balances/LibrosEnergia/energia-espana-2016.pdf
Anuario Estadístico de España 2018. Industria y Energía:
http://www.ine.es/prodyser/pubweb/anuario18/anu18_13indus.pdf
Los datos del IDAE proceden de su apartado de Estadísticas:
http://sieeweb.idae.es/consumofinal/bal.asp?txt=Transporte&tipbal=s&rep=1
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