Los servicios de emergencia tuvieron que atender a la madre y a la abuela, debido al impacto de estos hechos
Según avanza La Vanguardia, en la noche del jueves, en un piso del barrio madrileño de Lavapiés, la Policía Nacional encontraba una niña de tres años muerta, junto al cuerpo, también sin vida, del padre, que tenía 47 años y nacionalidad francesa.
La investigación trabaja con la hipótesis de un caso de violencia vicaria, en la que un maltratador utiliza a los niños para hacer el mayor daño posible a la madre. De este modo, si se confirmase esa opción, el progenitor podría haber matado a su hija para suicidarse a continuación.
La madre de la menor y a la abuela tuvieron que ser atendidas por los Servicios de Emergencia, tras su reacción al conocer la noticia.