Una iniciativa que busca conocer las necesidades de supervivencia de estas especies bioindicadoras, en nuestros paisajes ibéricos
El estudio llevado a cabo durante 2020 y 2021, con el apoyo de la Fundación Biodiversidad del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico y, desarrollado por la Fundación Tormes-EB, ha evaluado los hábitats estratégicos que requieren los murciélagos, tomando como referencia los centros mineros de naturaleza caliza del gradiente norte-sur peninsular.
La distribución de los también llamados quirópteros, sigue siendo a día de hoy una gran desconocida y a través de la realización de un inventario a través de muestreos por ultrasonidos en País Vasco, Madrid y Andalucía, se han podido identificar alrededor de 35 especies de la Península Ibérica. Para poder determinar qué condiciones son necesarias para favorecer el incremento y asentamiento de las poblaciones, se han localizado sus áreas naturales de refugio para especies forestales, cavernícolas y fisurícolas, que aprovechan oquedades naturales, cuevas o huecos de arbolado para refugiarse. En zonas que carecen de ellos, se han instalado refugios artificiales de cemento-maderable como medida de apoyo ecológico.
Sin olvidar que los murciélagos, especies singulares, son bioindicadoras de nuestros paisajes, sensibles a ecosistemas sin óptimas condiciones ecológicas, que controlan poblaciones de insectos en grandes áreas tomándolos como fuente de alimento. Además, dentro del proyecto desarrollado y para favorecer las áreas de alimento en especies de dieta vegetal, se han seleccionado zonas de siembra experimentales con plantas autóctonas que sean aprovechadas por estos ávidos voladores nocturnos de quiebros rápidos.
Fundación Tormes-EB, entidad que trabaja desde hace 20 años en la conservación de la biodiversidad y la sensibilización ambiental, mantendrá su línea de trabajo para 2022 con nuevas iniciativas y colaboraciones que den continuidad a los objetivos desarrollados con QUARRYBAT.