Recibió una grave cornada este sábado en el concurso celebrado en la Cubierta de Leganés con toros de Adolfo Martín
La Cubierta de Leganés tenía el corazón en un puño este sábado cuando un toro de Adolfo Martín le cambiaba el viaje al recortador salmantino Arturo Tapia, que estaba echado de rodillas en la arena del coso madrileño, y le propinaba una fortísima cornada en el muslo. Rápidamente, Tapia fue conducido por sus compañeros a la enfermería donde esperaba el doctor Enrique Crespo, «algo que me tranquilizó enormemente», narra el recortador herido en declaraciones a Cultoro desde el Hospital Severo Ochoa de Leganés, donde permanece ingresado.
«Estoy reposando y de momento bien, tengo algún dolor pero se lo sobrellevo a base de calmantes; ya estoy esperando los resultados del médico a ver si en breve pueden darme el alta hospitalaria», explica Tapia. «Por fortuna, fue una cornada limpia, de 12 centímetros, que tocó el Triángulo de Scarpa, pero ha habido suerte que no ha tocado la femoral, aunque la rozó», reconoce el recortador, oriundo de la localidad charra de San Pelayo de Guareña.
En el recorte del percance en Leganés, Tapia se tiró de rodillas y el toro se le vino cruzado: «Me venía cambiado de pitón, por lo que intenté marcar el pitón izquierdo, pero vi que lo tenía encima, que no me iba a obedecer, y ya no tuve tiempo de reaccionar», señala en palabras a Cultoro. «Me llevaron los compañeros enseguida a quirófano y cuando vi al Doctor Crespo allí me tranquilicé bastante; lo conozco y sabía que estaba en buenas manos», añade. El equipo que auxiliaba al doctor trabajó rápidamente: le quitaron la ropa, le cortaron la hemorragia, le limpiaron la herida y procedieron a operar. «Es la cornada más fuerte de mi vida; he tenido cogidas, puntazos, pero no había tenido un percance de esta envergadura», reconoce el recortador charro.