Uno de los jugadores visitantes hizo varias 'dedicatorias' en el partido a la afición local, que quiso despedirle 'como se merecía' en la calle
El partido entre el III Juvenil y el River Zamora disputado en la tarde sabatina en Conde de Foxá tuvo un 'tercer tiempo' en la calle, con una situación insólita: la expedición visitante se marchó de la zona del Pabellón escoltada por la Guardia Civil y la Policía Local mirobrigense. A esa situación se llegó tras lo vivido durante el encuentro, especialmente en los últimos minutos, y sobre todo por la actitud de un jugador visitante, llamado Axel aunque en su camiseta pusiera Rufo (cuyo comportamiento ya había dejado mucho que desear durante el partido).
La secuencia clave tuvo lugar cuando faltaba poco más de un minuto, momento en que éste jugador lanzó un doble penalty que marcó, empezando a dedicárselo a la grada grande de Conde de Foxá (en la que también había algunos progenitores visitantes). La 'celebración', con toque de genitales y besitos incluidos, continuó camino al banquillo ?iba a ser sustituido-, y en el propio banquillo (es cierto que alguno de sus técnicos intentó frenar los besitos que estaba lanzando).
Sin embargo, los colegiados habían cogido la matrícula de ese comportamiento y le mostraron la segunda amarilla, con lo cual vio la roja marchándose expulsado, despidiéndose de la pista prácticamente celebrándolo con sus compañeros delante de la grada pequeña izquierda, que se encendió aún más según se iba, teniendo que acudir alguno de sus técnicos e incluso los árbitros a 'poner orden' en el túnel de vestuarios antes de llegar a jugar lo que restaba.
Ese tiempo que quedaba se jugó sin ningún sobresalto adicional, pero la enorme cantidad de jóvenes que se habían congregado a ver el partido decidieron quedarse en la calle a darle una despedida 'como se merecía' a la expedición visitante cuando saliera del Pabellón. Así, se requirió la presencia de la Policía Local y la Guardia Civil para controlar esa salida, que incluso se hizo de forma diferente a lo habitual para evitar riesgos.
En este sentido, los jugadores, en vez de salir por las puertas pequeñas del Pabellón que dan a la Avenida Conde de Foxá, se les hizo que entrasen otra vez en la pista de juego (donde se estaba disputando un partido del Trofeo Diputación) para salir por una de las puertas de emergencia que dan al patio del Colegio San Francisco, desde donde salieron a la calle Escuelas para montarse en su autobús, que fue llevado hasta allí escoltado por la Policía Local desde el lugar donde estaba aparcado.
Al salir por una puerta diferente, lo que hizo la Guardia Civil fue colocarse al inicio de la calle Escuelas para impedir que se acercase al autobús ninguno de los congregados, que acabaron despidiendo principalmente con aplausos irónicos, y algunas peinetas, a la expedición visitante. Por cierto, que esa despedida tuvo su 'riesgo', ya que se hizo que el autobús girase desde la calle Escuelas a Conde de Foxá, algo que los autobuses evitan hacer por el riesgo de que su parte delantera choque con el suelo en el giro por la diferencia de altura entre las dos vías.
Evidentemente, la situación llamó poderosamente la atención a todos los mirobrigenses que se movieron por la zona en ese tramo de la tarde sabatina (sobre las 20.00 horas), ya que obviamente muchos de ellos no sabían a qué era debido ese despliegue de Policía y Guardia Civil. Hay que apuntar que en el pasado ya ha habido una alta hostilidad entre III Columnas y River Zamora, sin ir más lejos en el partido de pretemporada que jugaron en Zamora los mirobrigenses.