A las azulonas les costó entrar en el partido durante el primer tiempo, pero después reaccionaron ante el conjunto de Letonia
Una buena segunda parte acalló las dudas en un Perfumerías Avenida que venció sin muchos apuros al TTT Riga (72-41) en la segunda jornada de la Euroliga Femenina. A las azulonas les costó entrar en el partido durante el primer tiempo, pero después reaccionaron ante el conjunto de Letonia. De este modo, ahora toca saborear el triunfo? pero sin perder de vista el próximo enfrentamiento en Liga y la primera salida fuera de España (a Venecia) de la temporada.
Las cinco elegidas para salir a la pista fueron la capitana Silvia Domínguez, Leo Rodríguez, Karlie Samuelson, Nogaye Lo y Emese Hof. A la '6' le tocó estrenar el marcador con un triple, mientras que Jasmine Thomas respondió a la internacional española, aunque hubo que esperar dos minutos para ver cómo Nogaye Lo anotó de nuevo. Ahí, otro parón en el acierto ofensivo de ambos equipos hasta que el cuarto finalizó con una leve animación en la recta final (13-18).
En el segundo, el conjunto dirigido por Roberto Íñiguez no entró bien metido y las letonas recortaron distancias, a pesar de que los fallos en ataques estuvieron a la orden del día, motivo por el que no se vio un gran espectáculo en el primer tiempo de un competido encuentro en Salamanca. Sin embargo, las locales consiguieron marcharse al descanso con una ventaja de seis puntos (25-19).
Tras el paso por los vestuarios, Maite Cazorla, Andrea Vilaro, Leo Rodríguez, Shante Evans y Emese Hof saltaron al parqué y el Perfumerías Avenida se agarró a su ya famoso buen tercer cuarto y dejó prácticamente al borde del KO a su rival en esta noche del miércoles. Todo ello vino propiciado por el gran acierto exterior de las azulonas por primera vez en todo el encuentro de Euroliga Femenina.
Finalmente, la batalla llegó con un ganador ya marcado a los diez minutos finales y las salmantinas sumaron el dos de dos en la competición continental. Y Würzburg respondió con un buen ambiente para alentar a las pupilas de un Roberto Íñiguez que con la segunda mitad ya debería estar más contento.
Fotos: Guillermo García