El pasado lunes, 13 de septiembre, Noruega celebró elecciones para renovar su Parlamento, conocido como "Storting", resultando lo más remarcable de los comicios el hundimiento que han sufrido los partidos de derechas, que han acusado el desgaste de gobernar, mientras que en la izquierda ha habido un giro hacia posiciones más radicales.
Y es que, en lo que concierne a las formaciones que integran el Gobierno noruego, el Partido Conservador (H) ha sido el gran perdedor de las elecciones, siendo la formación que más ha reducido su número de escaños, pasando de 45 a 36 parlamentarios (esto es, perdiendo 9), mientras que el liberal-conservador Partido del Progreso (FrP) vio caer en 6 diputados su representación, pasando de 27 a 21 escaños.
No obstante, la mayor caída en estas elecciones noruegas, en proporción a su anterior porcentaje de voto, la ha sufrido el Partido Demócrata Cristiano (KrF), también integrante del gobierno nórdico, que se ha dejado por el camino más de la mitad de sus diputados, pasando de 8 a 3 escaños, convirtiéndose en el partido con menos votos de cuantos han obtenido representación parlamentaria (a excepción del peculiar partido Enfoque en el Paciente).
En cuanto al centro político, ha sido el espectro que más se ha beneficiado de la caída de los partidos de derechas de Noruega, habiendo aumentado su representación el Partido de Centro (Sp) de 19 a 28 escaños, capitalizando prácticamente todo el trasvase de votos de la derecha hacia opciones centristas, dado que el Partido Liberal (V), si bien aumentó sus votos (del 4'4% al 4'6%), no logró hacerlo de forma decisiva, manteniendo su representación parlamentaria de 8 diputados.
Por otro lado, en la izquierda se ha observando un importante crecimiento de las opciones situadas más a la izquierda, especialmente del comunista Partido Rojo (R), que ha multiplicado por dos sus votos y por ocho su representación (pasa de 1 a 8 escaños), creciendo también el Partido de la Izquierda Socialista (SV), que pasa de 11 a 13 diputados.
Por su parte, el centro-izquierdista Partido Laborista (Ap) ha llevado la tendencia contraria al resto de espectro político ubicado a la izquierda del centro, perdiendo tanto votos como representación (pasando de 49 a 48 escaños). No obstante, los laboristas han sido el partido más votado de estas elecciones, y tras haber aumentado la brecha de escaños con respecto a su principal competidor (el Partido Conservador, ahora a doce escaños de los laboristas), todo lleva a pensar que recuperará el Gobierno que perdió en 2013, aún y cuando su número actual de escaños (48) se ha quedado muy lejos de los 64 que obtuvo en 2009 y que le permitieron gobernar Noruega en la legislatura 2009-2013.
Por último, dentro de los partidos minoritarios, cabe destacar fuera de las posiciones de izquierda, centro y derecha el crecimiento obtenido por los ecologistas del Partido Verde (MDG), que ha triplicado sus escaños, pasando de 1 a 3, si bien el aumento en votos no ha sido tan espectacular (del 3'2% al 3'9%). Finalmente, el arco parlamentario se ha completado con la irrupción del partido Enfoque en el Paciente (PF), originario del territorio de Finnmark, en el extremo norte del país, y cuyo objetivo es la ampliación del Hospital de la ciudad de Alta, logrando dicho escaño gracias al 13'1% de votos que recibió en Finnmark, permitiéndole un escaño en el Storting pese a representar apenas el 0'2% del voto total noruego.
De esta manera, tras las elecciones al parlamento noruego, todo parece encaminado a que los laboristas se hagan con las riendas del poder en el país, tras dos legislaturas fuera del gobierno, si bien al encontrarse lejos de la mayoría absoluta necesitarán de apoyos externos para gobernar y sacar adelante sus proyectos. En este aspecto, son dos las opciones que se le plantean, o bien acercarse a las dos formaciones situadas a su izquierda (R y SV), o bien apoyarse en el Partido de Centro. Un paso que será determinante para el futuro movimiento de fichas en el tablero político noruego.
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