El periodista Pablo Acebo, de COPE Asturias, muestra su opinión en la sección de este medio con colaboradores sobre el Salamanca UDS
El Salamanca ha comenzado bien: dos victorias consecutivas y colíderes. "¿Cuánto queda, José Francisco?" Los resultados refuerzan el cambio en la política de fichajes con jugadores experimentados y de nivel acreditado para la categoría, una de las grandes demandas del aficionado del Salamanca en los últimos años.
Esa bonanza e ilusión en lo deportivo, con el deseo implícito de que se mantenga en el tiempo, y ese acierto en el cambio de rumbo deportivo de la directiva debería ir de la mano de una 'reconciliación' entre ambos. El propietario, que es el que paga la fiesta, y el aficionado, que es la que le da sentido al 'negocio'.
La relación Manuel Lovato y los aficionados del Salamanca, agrietada con el paso del tiempo, ha desembocado en una reducción sin precedentes de la campaña de abonados. Nunca he visto a un club que rechace la entrada de abonados, que diga 'no' a la suma de gargantas para la causa. Pues al Salamanca, experto en ser pionero de lo imposible, ha explorado ese camino que no queríamos recorrer.
Es momento de remar todos juntos, de demostrar ese espíritu del final de la temporada pasada o de la primera época de Antonio Calderón. He visto al Helmántico con 5.000 voces apretar como si hubiera 20.000. He visto a ese estadio sonar en Segunda B como muchos ni se imaginan en Primera. He visto esa Unión que hace al Salamanca parecer invencible.
Un club en apuros, con la necesidad acuciante de ascender y recuperar su lugar, necesita reforzar sus puntos fuertes y minimizar los débiles. Agarrémonos al Helmántico. Sumemos todos juntos. No hay otro camino.