El ledesmino será el encargo de abrir la Feria. Compartirá cartel con José María Manzanares y Roca Rey el próximo jueves 9 de septiembre
Luchador como pocos y optimista por naturaleza, el diestro Domingo López Chaves abre carteles y la feria de Salamanca el 9 de septiembre. Con 23 años de alternativa, el ledesmino atraviesa un momento dulce, sereno, de mucho poso, un auténtico maestro, y quiere mirar al futuro con confianza, a pesar del difícil momento que vive la tauromaquia a causa de la pandemia. Verle torear da gusto y conversar con él es una inyección de alegría.
Domingo López Chaves regresa por septiembre a Salamanca y lo hace abriendo la feria 2021, ya que será el primero en pisar el albero de La Glorieta este año.
Estar en feria de Salamanca me produce una ilusión tremenda, siempre. Son ya muchos años alternativa, 23 años, y que cuenten con uno en una feria reducida y en un año difícil me hace muy feliz. Abrir la feria me da igual, estoy feliz de estar, pero no deja de ser un dato curioso, porque siempre la abre un novillero. La feria de Salamanca siempre es especial para mí, es un orgullo, una felicidad, y ahí estaremos.
La feria de este año, un ferión, se abre por todo lo alto. Toros de Núñez del Cuvillo para Chaves, Manzanares y Roca Rey.
Es la primera vez que voy a matar toros de Núñez del Cuvillo. Es una ganadería que he seguido mucho, pero nunca he matado ninguna de este hierro. Estoy deseando que embista un toro para pegarle treinta muletazos y poderlo cuajar; eso sería una vuelta de rosca y de tuerca a mi tauromaquia. Es un cartel que me motiva mucho, con dos figurones del toreo como Manzanares y Roca Rey, pero igual de emocionado estaba hace dos años, con Alejandro Marcos y Damián Castaño, con el mismo compromiso, las mismas ganas. Cada tarde de toros es un reto, una incógnita, y todas las afronto de la misma forma. Espero que sea una gran tarde y disfrutar mucho como profesional y como aficionado.
Hace un año el mundo se detenía a causa de la pandemia y también el mundo del toro quedaba paralizado con la suspensión de todas las ferias. ¿Cómo ha vivido esta situación?
Si te digo la verdad, el parón para mí, en lo personal, ha sido positivo porque nunca he matado tantos toros en un invierno; la preparación ha sido más intensa que nunca porque de todos los toros que se quedaron sin torear en las plazas, muchos de ellos los hemos toreado los toreros. Ahora soy un año más viejo. Por lo demás, intento sacar cosas positivas, hay que afrontarlo y verle las cosas buenas. Yo he toreado mucho toro en el campo que me ha servido para mejorar mucho, para indagar en el toreo y en mi toreo.
Por muchas cosas buenas que quiera sacar, no creo que se pueda decir lo mismo del sector taurino en general.
Valorado en general, para el mundo del toro ha sido desastroso. Se han parado todas las ferias, ha sido un parón seco en la vida y la tauromaquia ha sido de los sectores más afectados. Los toros han estado muy parados, ha sido terrible; pienso en esos ganaderos que tanto dinero y trabajo ponen para mantenerlo, el dinero que generan las ferias, las pérdidas de la hostelería, la ausencia de ingresos para los que vivimos de ello, que son muchas familias... ver todo parado ha sido desastroso. Nos ha afectado mucho, pero tenemos que ser fuertes, asimilarlo, seguir adelante. Esta temporada supone una bocanada de respiro muy livianita, a un 30 por ciento de lo que tiene que ser. Los festejos menores apenas se dan, los mayores se han visto reducidos casi a la mitad y luego súmale los aforos reducidos. Todos nos hemos apretado, hemos cogido aire y nos hemos apretado el cinturón para que esto remonte. El toreo no podía permitirse otro año parado. Son muchos animales y muchas personas: picadores, mozos de espadas... mucha gente que vive del toreo, que tiene que vivir.
Precisamente para reivindicar el lugar del toro y los derechos de sus profesionales, entre otras cosas, también surge en este tiempo la plataforma Salamanca es Tauromaquia, de la que usted es cabeza visible.
La pandemia sólo ha evidenciado la situación de desamparo y de poca consideración que vive la tauromaquia. Ver, una tras otra, cómo a una persona que ha pagado sus honorarios, puesto al día en sus pagos Seguridad Social, que le denieguen lo que por justicia le corresponde.... en el ojo político, en el sector global de la sociedad estamos mal vistos. Y esto poco a poco está haciendo daño. Piedrecita a piedrecita, empieza por abajo, poco a poco, hasta que el castillo se desmorone y acaben con nosotros. Yo no quiero saber nada de política. Pero con esa libertad de expresión que venden... la tauromaquia lleva siglos en España; a España se le reconoce en el mundo por los toros y no nos cuesta dinero. Al contrario, son muchos millones los que los toros ingresan en sus arcas públicas. Pero tenemos una sociedad en la que prevalece más el animal que la persona, un pensamiento único. Se olvidan de muchos aficionados y también de esas miles de personas a las que no les gustan los toros pero lo respetan. El poso cultural de la tauromaquia es innegable y no tiene que ver con ninguna ideología.
Salamanca ya tuvo un precedente claro cuando un grupo minoritario y un rector antitaurino tiró abajo la Cátedra de Tauromaquia en la USAL. Algo increíble en Salamanca, donde el toro es un motor económico y cultural de primer orden. Pero el acoso no cesa. Cómo ejemplo último, la alcaldesa de Gijón, prohibiendo la feria, el uso de la plaza, con argumentos tan peregrinos como el nombre de los toros.
Son cosas sin razón, que dan risa. Pero como todo cuenta, todo vale, las tonterías que nos dicen... yo no sé dónde llegaremos. La tauromaquia no tiene ni debe posicionarse en política, es de todos los lados, es del pueblo. Pero a los que nos están gobernando está claro que no les gusta y tiran piedras a ver si derriban el castillo por la base. Hacen mucho daño, pero no lo van a conseguir.
También a veces el enemigo está dentro. Hace un mes largo, saltaba a la prensa un comunicado de su peña denunciando un veto que le dejaba fuera de la feria de Bayona, en Francia, donde iba a sustituir a Enrique Ponce.
Me dolió muchísimo, la verdad, que te llame una empresa y me quiten del cartel.... Lo que tenía que decir se lo dije a ellos en privado y no lo voy a hacer público. No sé qué tendrán ahí, pero la verdad es que pasé unos días muy dolido. Con el pan y el trabajo no se juega. Tengo 23 años como matador de toros, dos como novillero con caballos, dos sin caballos... Toda mi vida ha estado dando la cara, he pasado muchos años en el olvido y ahora estoy disfrutando. Cuando me llamaron para San Isidro pensaba que era el último y resultó que no. Son muchos años luchando, y ahora que lo tengo, que me lo he ganado, que venga algo así? Pero vamos, que la vida sigue y hay que asumirlo y mirar hacia adelante, aunque estas cosas flaco favor hacen en el toro.
Lo acaba de decir: muchos años dando la cara. López Chaves ha sido un torero de garra, de fuerza, y los años le han dado un poso, un temple de maestro. Da gusto verlo torear, es un lujo.
Son años... los años pasan y uno va cogiendo concepto del toreo, asentándolo. En mí ahora prevalece disfrutar cada tarde, ofrecer prácticamente lo contrario de lo que ha sido mi carrera. Otros años, antes, era querer el triunfo, muchas ganas. Ahora procuro disfrutarlo mucho, tarde tras tarde y ofrecérselo al aficionado.
Para finalizar, con la vista ya puesta en Salamanca, hágame un repaso de la temporada.
Ha sido una temporada de poquitos festejos, pero lo que he toreado ha sido importante. En Francia he tenido triunfos muy relevantes, no de muchas orejas pero sí actuaciones muy serias y muy cantadas en prensa. Francia es un mercado muy importante y creo que ya llego con las puertas abiertas. Ahora, me resta disfrutar de Salamanca y Otoño en Madrid con Victorino, otra tarde muy importante. Y una tarde que me ilusiona muchísimo, la del festival de Ledesma a beneficio de Aerscyl, con tres novilleros, que es muy emotiva y especial por el motivo que tiene. Una temporada cortita, con sitios muy importantes, en la que lo poco que he hecho lo he disfrutado mucho.