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Centro Materno Infantil Ave María: un hogar para madres e hijos sin recursos
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EL RETO DE LOGRAR NUEVAS VIDAS Y NUEVAS ESPERANZAS

Centro Materno Infantil Ave María: un hogar para madres e hijos sin recursos

Actualizado 28/08/2021
María Fuentes

Esta Casa salmantina ubicada en Santa Marta nació hace más de 70 años con la finalidad de dar acogida a mujeres gestantes o madres con hijos de entre 0 y 4 años que, por diversas razones, se encuentran en especial dificultad y en riesgo de exclusión soc

Los nuevos retos de la maternidad y la crianza para las madres es siempre una tarea difícil, más si cabe para aquellas mujeres sin recursos en las que el miedo y la soledad se apoderan de ellas de forma permanente. La juventud es además otro problema a añadir para el duro camino, así como la falta de formación o las experiencias personales poco gratas vividas en muchas ocasiones que no suelen sumar a la hora de mirar hacia adelante. Ante esa situación compleja, la mano amiga del Centro Materno Infantil Ave María juega un papel vital para aquellas mujeres madres que no saben en ocasiones hacia dónde mirar.

Los orígenes de esta Casa se remontan al año 1949. Se puso en marcha tras la triste noticia que conmocionó a la sociedad salmantina cuando una joven universitaria se suicidó al enterarse que estaba embarazada y no veía otra salida a la presión social de aquella época. El sacerdote Doroteo Hernández, ante esa situación, vio necesario ofrecer una atención para que ninguna mujer se tuviera que ver en esta situación. Antes, Doroteo ya había fundado el Instituto Secular Cruzada Evangélica, en cuya acta fundacional consta entre sus fines una frase: "Estar al lado de la mujer en situación especialmente delicada". Así, la única finalidad de este Centro es dar acogida a mujeres gestantes o madres con hijos de entre 0 y 4 años que, por diversas razones, se encuentran en especial dificultad y en riesgo de exclusión social.

En sus comienzos, el Centro Ave María daba servicio en la popular actual Calle Libreros, en unos locales cedidos por la Universidad, y actualmente, el Centro se encuentra ubicado en una bonita casa con amplias zonas ajardinadas en Santa Marta de Tormes. "En los primeros momentos se ponían en contacto con el Centro mujeres que se ocultaban del embarazo, o mujeres que estaban embarazadas pero querían dar a su hijo en adopción una vez que nacieran, pero eso duró muy poquito. Llegó la primera valiente que quiso tener a su niño y desde entonces, en este Centro conviven tanto las madres como sus niños", explica Rosario Álvarez, Directora General del Centro Ave María desde hace 20 años.

En estas últimas dos décadas, han atendido a más de 400 mujeres, y sólo dos de ellas decidieron dar a sus hijos en adopción. "Con nuestra ayuda y su fortaleza, las mujeres con las que hemos trabajado se han dado cuenta de que siempre es posible seguir hacia adelante", añade.

Centro Materno Infantil Ave María: un hogar para madres e hijos sin recursos   | Imagen 1La Casa tiene capacidad para 14 mujeres, más los niños. Actualmente cada rincón de este hogar está lleno de vida gracias a 13 mamás y los 15 niños donde forjan los cimientos para no rendirse. Con ellos, trabaja Rosario Álvarez y otra trabajadora social, dos educadoras y una psicóloga. Reciben el apoyo de la sociedad salmantina, y sobreviven gracias a su propia Entidad y a los acuerdos cerrados con diferentes entidades como la Diputación provincial de Salamanca, el Ayuntamiento de Santa Marta, el Ayuntamiento de Salamanca, la Gerencia de Servicios Sociales, y colaboraciones con entidades como la Fundación Rodríguez Fabrés, La Caixa, Fundación Vargas Zúñiga o las diferentes Hermandades de la ciudad, entre otras, así como el apoyo de muchos salmantinos anónimos que quieren sumar en este bonito proyecto.

"Es muy gratificante para nosotros el apoyo de tantas y tantas personas que son conscientes del trabajo que realizamos con las mujeres y con su apoyo nos lo reconocen. Aquí hay detrás muchas historias de vida maravillosas porque son muchas las mujeres que llegan aquí totalmente hundidas y logramos ayudarlas para que se recompongan, organicen su vida y se integren en la sociedad. Yo estoy al servicio de ellas, y el mayor regalo que nos dan es cuando vemos que aprueban exámenes las que siguen formándose, o cuando encuentran un empleo? es muy grato ver que el esfuerzo y la dedicación dan frutos. Nosotros no queremos que las mujeres que vienen aquí dependan de ayudas sociales durante toda su vida, ese no es nuestro cometido. Nosotros realizamos una intervención integral y personalizada que facilite a las madres adquirir las herramientas necesarias para que, una vez terminada su estancia en la Casa, madres e hijos puedan integrarse en la sociedad de forma satisfactoria", relata.

Se trata de un trabajo diario, constante. Ante la exclusión, esperanza. Siempre una meta en el horizonte basada en la construcción de nuevas vidas de una forma digna, activa, participativa y responsable. Ante la desesperación, luz.