"La plegaria es la primera y última lección para a prender el noble y bravío arte de sacrificar el ser en los más variados senderos de la vida". (Mahatma Gandhi)
ENTRE PUENTES
COMPASIÓN, AYUDA SOCIAL Y HUMANA
¡¡¡Mera doctrina humana predican aquellos que aseveran que, tan pronto suena la moneda que se echa en la caja, el alma sale volando!!!. Cierto es que, cuando al tintinear, la moneda cae en la caja, el lucro y la avaricia pueden ir en aumento, más la intercesión de la Iglesia depende sólo de la voluntad de Dios.
Como verán; la Iglesia, sus más sesudos Pontífices, los creyentes más evangélicos, y aquellos que hicieron de la religión, su entrega, su oración, recogimiento y ayuda etcétera. También a través de los tiempos y hasta la fecha se han visto conmocionados, por algunos hechos, de los que bien se debe pedir perdón y limpiar sus conciencias de los muchos casos sacados a la luz.
Y dentro de ellos hay dos casos muy significativos, en diferentes etapas de la vida monacal, que me han llamado la atención, por su entrega y compasión.
En el siglo IX en Atenas, una joven llamada Juana, tenía muchas ganas de aprender y ampliar sus conocimientos y para ello le gustaba visitar un convento de benedictinos, que en esa época ejercían también de maestros y que permitieron a la joven perfeccionar su educación. Lo que no esperaba Juana es, que en un convento encontrara el amor,- pero así fue-. Se enamoró de uno de sus maestros, que a su vez se enamora de su inteligencia y belleza.
Para no perder contacto con su amado decidió cambiar su apariencia, y para ello comenzó a vestirse como un monje y adopto el nombre de "Juan, el inglés". Al estar dedicada al estudio en forma total, su conocimiento era realmente excepcional; era versada sobre metafísica, ciencia y los Tratados Árabes de la época. Al morir su amado, se refugió mucho más en el estudio, lo que hizo que fuese objeto de consultas, fruto de su conocimiento y sabiduría. Más tarde decidió ir a Roma y allí, por su capacidad y méritos, fue elegida Papa. Sucedió a León IV tomando el nombre de Juan VIII entre los años 855 al 858.
Como Papa fue extraordinaria pero no pudo reprimir la llamada del sexo y aunque lo intento y lucho por conseguirlo volvió a caer en los brazos de un joven monje que la dejo embarazada. Juana trato de ocultar su estado ante el mundo, pero un día, en una procesión, le llegó la hora de parir y dio a luz a un niño, ante la locura y el asombro de los asistentes. En ese momento fue detenida y conducida a una celda del castillo de Saint Ángelo. Del hijo no hay noticias? Del monje se sabe que se suicidó lanzándose desde lo alto de la muralla semanas antes de que Juana fuera asesinada, sepultada viva en una pared o degollada, en cualquier caso muerta.
Este segundo pasaje, me ha parecido de una generosidad, de una entrega y una consolación sublimes.
El gran éxito del Cuerpo de Pajilleras del Hospicio de San Juan de Dios, de Málaga que en 1840 se autorizaba la creación (merced a una especialísima dispensa del Obispo de Andalucía), hizo que proliferaran no sólo en España (el Cuerpo de Palilleras de La Reina, Las Pajilleras del Socorro de Huelva, Las Esclavas de la Pajilla del Corazón de María y las Pajilleras de la Pasionaria que tanto auxilio habrían de brindarle a las tropas de la República), sino también en América latina donde las pajilleras tuvieron trabajo durante la guerra civil mexicana.
Las pajilleras de caridad (como se las empezó a denominar en toda la península) eran mujeres que, sin importar su aspecto físico o edad, prestaban consuelo con maniobras de masturbación a los numerosos soldados heridos en las batallas de la reciente guerra carlista española. La autora de tan peculiar idea, había sido la Hermana Sor Ethel Sifuentes, una religiosa de cuarenta y cinco años que cumplía funciones de enfermera en el ya mencionado Hospicio. Sor Ethel había notado el mal talante, la ansiedad y la atmósfera saturada de testosterona en el pabellón de heridos del hospital. Decidió entonces poner manos a la obra y comenzó junto a algunas hermanas a "pajillear" a los robustos y viriles soldados sin hacer distingos de grado. Desde entonces, tanto a soldados como a oficiales, les tocaba su "pajilla" diaria. Los resultados fueron inmediatos El clima emocional cambió radicalmente en el pabellón y los temperamentales hombres de armas volvieron a departir cortésmente entre sí.
Al núcleo fundacional de hermanitas pajilleras, se sumaron voluntarias seculares, atraídas por el deseo de prestar tan abnegado servicio. A estas voluntarias, se les impuso (a fin de resguardar el pudor y las buenas costumbres) el uso estricto de un uniforme: una holgada hopalanda que ocultaba las formas femeniles y un velo de lino que embozaba el rostro.
El éxito rotundo, se tradujo en la proliferación de diversos cuerpos de pajilleras por todo el territorio nacional, agrupadas bajo distintas asociaciones y modalidades.
Grupos como las Hermanas de la Consolación (organización laica de creencias religiosas) ayudaron a los combatientes mejicanos que recibían consuelo desde las manos de tan dedicadas y delicadas Hermanas. Hecho que llevo a ser conocidas como las "mami-chingonas o las ordeñamecos"? De México la costumbre pasó a las Antillas, en donde tuvieron particular éxito las "sobagüevo" dominicanas, sexagenarias que dedicaban sus tardes en esta peculiar forma de servicio social.
El último lugar en América donde hicieron fortuna estas abnegadas damas, fue el Brasil. Allí la columna Prestes fue acompañada en su marcha por una troupe reducida pero eficiente de damitas paulistas ?llamadas beixapau- que acaban con la pena de los soldados con sus movimientos de manos.
Diversas fuentes orales a orillas del Paraná comentan que en la villa conocida en el siglo XIX como Pago de los Arroyos hubo un pequeño agrupamiento dedicado durante algunas décadas a esta actividad. Eran conocidas como las "Hijas de Nuestra Señora del Vergo Encarnado", en referencia y dudoso homenaje póstumo a su anciana fundadora, fallecida con las manos en la masa, junto a un soldado?¡Cuanta dedicación? Dios mío cuanta?!... Historias de antaño tú.
Fermín González Salamancartvaldia.es (blog taurinerías)
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