Hace 34 años que llegué a Vitigudino y le conocí. Un hombre alto, guapo y tan grande como era su corazón. Me infundia respeto como a muchos de sus pacientes.
Con el tiempo me di cuenta que esa voz profunda y su aspecto serio no tenía nada que ver de cómo realmente era. Un corazón enorme, yo le reñia, "Paco que parece que estas enfadado con ellos". "Yo??? -Decía él-, nooo.
17 años a su lado, confidencias, regañinas hacia mi, como si fuera mi papi. Me quiso enseñar de política, jaja se desesperaba. Fue un gran hombre, buena persona. Mi hija decía a sus amigas, mi mami trabaja con Papá Noel ?.
En definitiva todo mi amor y eterno recuerdo hacia Don Francisco que se nos ha ido. Me duele en el corazón, donde estés diras Isabel que cabeza loca eres... te quiero Paco.
Isabel Hernández