Cerca de dos temporadas en muchos casos, es tiempo de un paréntesis harto difícil, para volver a coger el ritmo, la confianza, la alegría, el ritmo, el latido y recuperación de una adormecida afición y público que acompañe a ocupar los tendidos de n
hora de reflexionar. Cerca de dos temporadas en muchos casos, es tiempo de un paréntesis harto difícil, para volver a coger el ritmo, la confianza, la alegría, el ritmo, el latido y recuperación de una adormecida afición y público que acompañe a ocupar los tendidos de nuestras centenarias plazas. Este espectáculo, siempre ha vivido de la emoción, de la gallardía, de las competencias, de la mirada retadora, del gesto, del valor, y gatos en la barriga. Algo que las empresas, ganaderos, toreros representantes, medios de comunicación y consistorios de las ciudades, tendrán que meditar mucho, porque el publico en general comienza a alejarse de las plazas, y sospecho que continúe su descenso, si el espectáculo no recupera su verdadera prestancia, emoción y brillantez. Ha sido muy pocos alicientes en provincias, y en las plazas de primera, las que han de marcar la pauta, equilibrar la temporada y mantener cierto nivel de exigencia con el fin de que esto no se "desbarre" más, he visto de nuevo otorgar trofeos, con faenas en un tono mediocre y vulgar, se han descubierto muy pocos alicientes con escasas y esporádicas excepciones, de lucimiento. El tiron que aportaba algún torero tampoco tuvo reconocimiento en taquilla, y alguna de las primeras figuras no tuvo el aluvión de publico de años atrás. Seria de ciegos, no reconocer que, aficionados, empresarios, ganaderos incluso, más de un torero, sienten que algo esta ocurriendo, que la luz roja de alarma se enciende. Todo este "empacho" de vulgaridad, esta llegando a los responsables de los medios sobre todo televisivos, que se piensan, sino es a la baja, retransmitir corridas de toros. Cierto que algo sea despertado, que se están potenciando novilladas, se acude a los pueblos con estrecheces económicas, que estamos culturizando a jóvenes, e invitando a conocer la historia taurina y otra serie de eventos, en las redes sociales? Todo está bien bienvenidas sean cuantas más ideas, iniciativas y foros donde se pueda hablar, debatir, sentir y palpar afición. A buen seguro, que vamos tarde, este movimiento debería haberse tenido en cuenta mucho antes, algunos llevamos veinticinco años, moviendo jóvenes, organizando certámenes, invitando a escuelas, tentaderos y clases prácticas donde los chicos pueden establecer competencias, y tener una sustanciosa recompensa, a mayores de hacer notar sus cualidades? Apenas nadie nos ha tenido en cuenta? si acaso alguna "zancadilla", alguna envidia, o mal gesto? total; esto era cosa de cuatro chalados. Menos mal que en la historia taurina siempre hubo chalados? Ya te digo...