La revolución digital ha cambiado radicalmente nuestros patrones de consumo
Plataformas de streaming como Netflix o HBO desplazan la afluencia a las salas de cine tradicionales; el juego multijugador online se ha convertido en un motivo de compra para videojuegos con modo campaña/historia tradicionales, la banca ha pivotado hacia un modelo en el que la relación personal dentro de las sucursales ha pasado a un segundo plano, fagocitada por las aplicaciones móviles y la facilidad de uso (e inmediatez) que ofrecen y los juegos de azar han salido de los casinos y las salas de juego para aterrizar en las pantallas que ocupan nuestro día a día.
La evolución del catálogo de las plataformas de juego por internet ha sido fulgurante: de apenas un par de títulos de ruleta y blackjack clásicos hemos pasado a un sinfín de variantes de juegos de casino online que diversifican la oferta hasta límites insospechados, introduciendo novedades en mecánicas de juegos que llevan inalteradas durante décadas. Destacan entre estas últimas propuestas los juegos de casino en vivo, un formato que combina las apuestas digitales con crupieres de carne y hueso, donde la interacción con el usuario es mucho más directa, más cercana a un formato de concurso televisivo.
Uno de los factores fundamentales para la popularización de estas plataformas lúdicas ha sido esta extraordinaria expansión de la variedad de títulos disponibles y su adaptación a los patrones de consumo de los servicios digitales, esto es, a los móviles y tablets. Las máquinas de azar, también conocidas como tragaperras o slots, son uno de los formatos que sirven para atestiguar la evolución en los tiempos de producción y lanzamiento de novedades, con desarrolladores independientes, que ofrecen sus productos a distintas salas, capaces de ofrecer decenas de títulos cada mes y de incorporar a los mismos aquellas características que mejor funcionan entre su público potencial, como pueden ser los premios especiales (Jackpots) multimáquina o las rondas de bonificación interactivas.
Según datos aportados por la sala online LBS, los juegos de apuestas en directo, en los que las mecánicas tradiconales de juegos como los dados, el poker o la ruleta se combinan con rondas de apuestas múltiples y multiplicadores progresivos, han aumentado su flujo de usuarios en más de un 200 %, con incrementos en el volumen de juego que superan el 650 % en títulos como Dice Duel. En este tipo de oferta, un 75 % de los participantes recurre a los dispositivos móviles para acceder al servicio. Con la popularización del HTML5, el sistema operativo y la resolución de las pantallas ha dejado de ser un problema, al igual que la inversión en desarrollos específicos para cada tipo de plataforma. Así, resulta todavía más sencillo incrementar la producción de títulos, lo que redunda en una mayor variedad y rotación de la oferta.
En una época en la que nuestro alter ego digital modula nuestro yo físico, a todo lo anterior se añaden las opciones de chat en directo de los títulos multijugador, donde cientos de usuarios comparten una misma mesa, como lo harían en los casinos físicos, pero sin las limitaciones de espacio de estos. Así, los participantes pueden verse representados por avatares digitales, iniciar conversaciones anónimas con sus compañeros de juego e intercambiar tokens virtuales para dotar de mayor expresividad a la relación digital. Aunque todavía existe la opción de decantarse por una mesa individual, la opción de compartir la experiencia con terceros resulta más popular en la mayoría de las salas, algo que encaja con el componente social que tradicionalmente han tenido los bingos o los casinos tradicionales.
También comienzan a aparecer proyectos relacionados con la realidad virtual, con el objetivo de que la inmersión sea máxima, y que permitirían ver las reacciones en tiempo real del resto de participantes en las partidas y un espacio de interrelación todavía más próximo al juego presencial.