Ciudad Rodrigo rinde solemne homenaje a sus caídos en la Guerra de la Independencia
El homenaje consistió en un acto en la Plazuela de Herrasti y un posterior desfile hasta la Plaza Mayor
La Semana Napoleónica-Homenaje a Herrasti que está viviendo Ciudad Rodrigo desde la jornada del lunes (y que concluirá este domingo) tuvo su momento culminante en la mañana del sábado con un acto militar de homenaje a los caídos en la Guerra de la Independencia, donde el protagonismo recayó en el Mando de Ingenieros Número 11 de Salamanca, que desplazó a Miróbriga a su Escuadra de Gastadores, a su Banda de Guerra, y a una sección de la 1ª Compañía del Batallón de Castrametación II/11. Precisamente, la acción comenzó con la entrada de esos militares en la Plazuela de Herrasti, donde se situaron a las puertas del Seminario Diocesano.
Enfrente suyo estaban todas las autoridades congregadas, entre ellas la mayor parte de la Corporación Municipal encabezada por el alcalde Marcos Iglesias; el alcalde de Tamames, Alfonso Valle; la teniente de alcalde de Fuentes de Oñoro, Susana Pérez Hernández; y el presidente de la Câmara Municipal de Almeida, Antonio Machado (ya que estas localidades también fueron claves en la Guerra de la Independencia); el Administrador Apostólico de la Diócesis de Ciudad Rodrigo, Jesús García Burillo; el jefe de la Base Aérea de Matacán, el coronel Carlos María Bernardo Anaya; el subdelegado de Defensa en Salamanca, el coronel Emilio García Herrera; y el sargento jefe accidental del Puesto de Ciudad Rodrigo de la Guardia Civil, Armando Jiménez Pérez.
Junto a ellos se situaron varios descendientes de Andrés Pérez de Herrasti, en concreto Andrés Pérez de Herrasti y Goyeneche, y Andrés Pérez de Herrasti y Grant, hijo y nieto respectivamente de Ignacio Pérez Herrasti y Narváez; y María Pérez de Herrasti y Urquijo, jefa de la Casa Herrasti y marquesa de Albayda. Junto a ella se desplazó a Ciudad Rodrigo su marido, Íñigo Méndez de Vigo, quién fuera ministro de Educación, Cultura y Deporte con Mariano Rajoy.
El acto en sí comenzó con la entrada en la Plazuela de Herrasti de la Autoridad encargada de presidir el acto, el Coronel Jefe del Regimiento de Ingenieros, Ignacio Javier García López, quién en primer lugar pasó revista a los militares. Tras el saludo al resto de autoridades según el protocolo, se procedió a izar la bandera de España en un mástil situado en la Plazuela junto a la Brecha Grande, mientras la Banda de Guerra interpretaba el Himno Nacional.
A continuación, ofreció un discurso el alcalde de Ciudad Rodrigo, Marcos Iglesias, quién recordó la motivación del acto: rememorar que hace justo 211 años, el 10 de julio de 1810, Andrés Pérez de Herrasti rendía la Plaza de Ciudad Rodrigo tras resistir un largo asedio del ejército de Francia, acabando él y otros 4.000 hombres por ser deportados al país galo. El alcalde apuntó que "la historia no sólo debe servirnos para recordar, sino también para aprender".
Marcos Iglesias resaltó que Ciudad Rodrigo es un "singular escenario de batallas" a lo largo de la historia, siendo la Guerra de la Independencia "el evento en el que más hemos contribuido a la grandeza de España por la resistencia" de la ciudad. En este sentido, evocó a todas aquellas personas, tanto personajes conocidos como el "pueblo llano" que "dieron todo lo que pudieron por defender su patria". Por último, el alcalde anunció la intención de "dar continuidad" en años venideros a este acto para así homenajear a los caídos.
Precisamente, el momento álgido del acto en la Plazuela (que fue breve y ágil, no llegando a la media hora de duración) fue el homenaje a los caídos en la Guerra de la Independencia, que se hizo extensivo a los soldados de todos los tiempos de los ejércitos de España. En ese momento, Marcos Iglesias y María Pérez de Herrasti y Urquijo depositaron una corona de laurel a los pies del Monumento a Herrasti de la Plazuela, mientras Jesús García Burillo se encargaba de rezar un responso.
Hecho el homenaje, llegó la hora del esperado desfile militar por las calles de Ciudad Rodrigo, para el cual se habían congregado numerosos mirobrigenses y foráneos tanto en la Plazuela de Herrasti (únicamente se permitió su presencia en las zonas de acceso al Museo del Orinal y al Pórtico del Perdón de la Catedral), como en la calle Cardenal Pacheco, por la cual llegaron hasta la Plaza Mayor, donde también hubo bastante expectación. Las autoridades vieron este desfile enfrente de la Catedral de Santa María, tras lo cual se fueron a tomar un refrigerio a una terraza de la Plaza Mayor, como también hicieron muchos de los congregados para ver estos actos ante el calor creciente de la mañana.