La estampa tomada en esta conocida vía muestra una ciudad sin urbanizar, nos devuelve a una realidad pasada, alojada en la memoria de hemerotecas y fotografías
El blanco y negro de la imagen nos desvuelve al tiempo de los caminos de tierra, cuando la frontera entre la ciudad y el campo se diluía en sus márgenes y donde a nadie sorprendía, porque así era el día a día y su rutina, encontrarse al vecino camino del corral con las vacas o las ovejas.
La estampa nos lleva hasta el Camino de las Aguas, hoy tan distinto, tan urbano, tan alejado de una realidad pasada, tan inimaginable para los que recorrieron aquel antiguo camino que no llevaba sino a más tierra.
Foto: Cucho Valverde