Llegaron hasta allí en el autobús de Tato Galerías y acabaron cantando La Campana Gorda
Nada más decretar el colegiado el final de la final por el ascenso del Ciudad Rodrigo CF frente al Unami dio arranque sobre el propio césped del campo segoviano de La Albuera la larguísima celebración del logro conseguido, con invasión de campo por parte de los múltiples aficionados mirobrigenses hasta allí desplazados. Tras el festejo in situ, se fue poniendo rumbo a Ciudad Rodrigo para continuar la celebración en casa, con un punto de visita obligado, la fuente de la Glorieta del Árbol Gordo, lugar tradicional de celebración en la ciudad de los éxitos deportivos tanto propios como ajenos.
Aquellos que habían viajado en sus coches particulares hasta Segovia retornaron más pronto, tardando algo más los que lo hicieron en autobús, incluido por supuesto los jugadores y el cuerpo técnico, que se hicieron de rogar (se anunció que aparecerían por la Glorieta del Árbol Gordo sobre las 23.50 horas, pero no llegaron hasta una hora después), haciendo esperar a las numerosísimas personas allí congregadas, para quienes la espera fue al menos llevadera ya que había dejado de soplar el molesto viento frío que se levantó durante la tarde).
Entre los motivos de esa demora estuvo que los jugadores hicieron una parada en el Francisco Mateos, donde cambiaron el autobús con el escudo del Club en el que habían viajado hasta Segovia (que pasó ya vacío por la Glorieta del Árbol Gordo, pensando los congregados que eran los jugadores) por el famosísimo autobús de la felicidad de Tato Galerías. Como saben todos los que han entrado al mismo, no tiene asientos, yendo de pie jugadores, cuerpo técnico y directiva en dirección a la Glorieta del Árbol Gordo.
Una vez allí, enseguida unos cuantos aficionados rodearon el bus (ni siquiera le dejaron entrar en la propia Glorieta), empezando a saltar según fueron bajando los jugadores, que enseguida se dirigieron a la fuente para meterse en ella y darse el merecido baño de gloria por el ascenso. En ese tramo de celebración, también tuvieron su importante protagonismo los aficionados allí congregados, entre los que estuvieron el alcalde Marcos Iglesias y los concejales Ramón Sastre y Laura Vicente.
El alcalde cogió el micrófono para felicitar a los jugadores, varios de los cuales también tomaron la palabra, como Maza (a modo de bienvenida) y Javi Moríñigo, quién por un lado destacó a aquellos jugadores que no son de Ciudad Rodrigo (sino de lugares como La Fuente de San Esteban o Salamanca) pero que se han dejado la piel por el escudo, y por otro lado recordó a tres personas, a los fallecidos Félix el Zapatero (que vendió "dos millones de tickets" para las rifas del Club) y Ricardo Sánchez, y al delegado del equipo, Miguel González, quién no ha podido estar con el equipo en la fase de ascenso debido a una operación.
La sorpresa llegó al mencionarle, ya que se descubrió que estaba allí presente disfrutando de la celebración, mostrándole su agradecimiento todos los jugadores, quienes también alabaron a la afición, con la cual interpretaron varios cánticos (acordándose del Béjar y diciéndole adiós a Regional) y cantaron La Campana Gorda. Asimismo, en la megafonía que se había instalado no faltó el We are the Champions. Finalizado el 'acto', los jugadores pusieron de nuevo rumbo al Francisco Mateos (en este caso a pie), para secarse y cambiarse, y poder seguir la fiesta por el deseado ascenso a 3ª RFEF.