En el año 1922, la Universidad le concedió el título de Doctora Honoris Causa de la Universidad, el primero para una mujer
Salamanca es una ciudad teresiana, como así constata este recorrido por algunos de los lugares que fueron testigo de la estancia y vivencias de Santa Teresa de Jesús en una ciudad a la que llegó en 1570, y donde crea su séptima fundación. Son numerosas las huellas que de su vida y obra durante este tiempo puede el visitante descubrir en Salamanca, Ciudad Patrimonio de la Humanidad.
En la Universidad ejercía su magisterio Fray Luis de León, quien se convirtió muy pronto en su editor. Además, aquí, Santa Teresa comenzó a escribir el libro de las Funda[1]ciones, su proyecto espiritual y reformador. En el año 1922, la Universidad le concedió el título de Doctora Honoris Causa de la Universidad, el primero para una mujer.
Lugares teresianos
Casa de Santa Teresa, en la calle Crespo Rascón. El 31 de octubre de 1570 llega a esta casa, testigo de su faceta como mujer emprendedora. En este edificio de la familia Ovalle tuvo lugar la noche de las ánimas. El que fuera convento carmelitano durante cuatro años pertenece en la actualidad a las Siervas de San José y pasará a la historia como el lugar inspirador del "vivo sin vivir en mí".
Universidad Pontificia. Fueron los jesuitas, en concreto el Padre Álvarez, quienes animaron a Teresa a visitar Salamanca, ciudad universitaria, y a iniciar aquí una nueva fundación. Ellos le encargaron la redacción del Libro de las Fundaciones.
Universidad de Salamanca. En 1922, siendo vicerrector Don Miguel de Unamuno, la Universidad le concedió el título de Doctora Honoris Causa de la Universidad. El primer reconocimiento otorgado por la Universidad a una mujer por su calidad literaria, su espiritualidad y los valores reformistas.
La relación de Santa Teresa y la Universidad está ligada a la figura de fray Luís de León, San Juan de la Cruz y el propio don Miguel de Unamuno.
Catedral de Salamanca. Del conjunto de las capillas de la iglesia nueva de la Catedral de Salamanca, destaca la dedicada a Santa Teresa de Jesús.
Convento de San Esteban. Los padres dominicos prestaron ayuda a Santa Teresa de Jesús durante su estancia en Salamanca, prueba de esta vinculación es el confesionario al que acudía la Santa en busca de consejo. Este confesionario puede visitarse en el interior del convento.
Por último en la Plaza Mayor podemos contemplar el medallón dedicado a su figura, situado en el Pabellón de Petrineros. Junto a su imagen, están los medallones de Fray Luis de León o Miguel de Unamuno.