Un galardón que se ha convertido en referencia para la lírica con anclajes cristianos, tanto en castellano como en portugués
La convocatoria del II Premio Rey David de Poesía Bíblica Iberoamericana, que se creó y se falla en Salamanca, ha logrado una rotunda consolidación, pues este galardón se convertido ya en referencia para la lírica de vertiente cristiana.
El plazo de admisión de originales concluyó el pasado 10 de junio y 265 fueron las obras admitidas a concurso, procedentes de buena parte de los países que conforman la comunidad iberoamericana de naciones, toda vez que el premio admitía libros escritos en castellano y portugués. Argentina, España, México, Brasil, Cuba, Colombia, Venezuela y Ecuador han sido los países con mayor número de participantes, seguidos por Chile, Perú, Uruguay, El Salvador, Portugal, Panamá, Honduras, Costa Rica, Paraguay, Nicaragua, Bolivia, Estados Unidos, Italia, Francia o Israel, entre otros
El premio, con carácter bienal y dotado con 1.500 euros y la edición del libro, ha sido convocado por 'Tiberíades', Red Iberoamericana de Poetas y Críticos Literarios Cristianos, entidad dirigida por el poeta peruano-español Alfredo Pérez Alencart, profesor de la Universidad de Salamanca, y cuenta con el apoyo de la Sociedad Bíblica de España (SB) y del Fondo Jacqueline Alencar para la Difusión de la Poesía Bíblica.
El fallo del premio se dará a conocer en Salamanca el día 29 de junio. Mientras tanto, los trabajos han sido enviados a un Comité de Lectura, que elegirá los 12 libros finalistas que recibirá el jurado, presidido por Perez Alencart e integrado por poetas, académicos y responsables de entidades de España, Portugal e Iberoamérica, como Antonio Colinas, Carlos Nejar, António Salvado, Sonia Luz Carrillo, Hugo Mujica, Juan Antonio Massone, Francisca Noguerol, Luis Rivera-Pagán, Ana Cecilia Blum, Andy Wickham, Luis Fajardo, Juan Carlos Martín Cobano e Isabel Pavón.
Según Pérez Alencart "este éxito de participantes para un concurso con temática bíblica confirma que se ha reabierto una vertiente poética bastante segregada en las últimas décadas, donde la poesía a lo divino o de anclaje sagrado se excluía deliberadamente en la inmensa mayoría de premios literarios. Esos postureos o embelecos se han acabado, porque lo que debe primar es la calidad del lenguaje poético, y estoy seguro que muchos se retractarán de esos prejuicios cuando conozcan las obras finalistas, porque entre los libros presentados los hay de máxima altura poética, sin importar la temática", señala el poeta y profesor de la Universidad de Salamanca, quien se muestra convencido de las palabras de León Felipe, cuando el zamorano-mexicano decía que el poeta genuino, cuando regresa a la Biblia, no hace sino volver a su antigua casa, a esa Palabra que no puede ser encorsetada por fariseos o rituales. Por ello, Alencart estima que la tercera convocatoria, en 2023, tendrá muchas más participaciones "porque aquellos poetas que velaban su escritura por el estigma social, ahora se expondrán con orgullo ante un premio de esta dimensión", remarcó Pérez Alencart.
La primera edición, que tuvo una participación de 214 poetas, fue ganada por la joven poeta abulense Laura García de Lucas, quien había presentado su libro "Vasija", el cual fue publicado por la Sociedad Bíblica de España, en edición bilingüe español-portugués, con traducción realizada por la poeta y ensayista lusitana Leocádia Regalo.