En esta localidad, como en muchas de la provincia, desde la mañana temprano no se paraba hasta la noche, haciendo un alto para comer. Solo se descansaba dos días en verano: el 25 de Julio y el 15 de Agosto
Antiguamente el trabajo en el campo era muy duro. En verano, primero se segaba (antes en primavera se había aguadañado el heno y hecho los niazos), luego se acarreaba a continuación se trillaba, se limpiaba, se metía la paja y se barrían las eras.
Si había suerte, por la feria de Villavieja en agosto, se terminaba. Desde la mañana temprano no se paraba hasta la noche, haciendo un alto para comer. Se descansaba tan solo dos días en verano (el 25 de Julio y el 15 de Agosto), ni siquiera los domingos.
Pasar diez o doce horas encima de un trillo era muy duro, aguantaban a pesar de la corta edad con que algunos empezaban (seis o siete años) ayudando a su familia.
Llevar los haces al carro con el horcón era otro suplicio, muchas veces era imposible levantarlos por encima de la cabeza. Una de las faenas más duras era aplastar la paja con los pies y rodillas para subirla al carro y así disminuir su volumen para que entrara más, y a la vez facilitar se transporte. Hoy día la tecnología moderna hace este duro trabajo.
Fotografías
Fuente: Bogajo Salamanca