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Declaración del grupo Experiencia Pro Miróbriga al hilo de la emisión de ‘laSexta Columna’
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LA OPINIÓN DE EXPERIENCIA PRO MIRÓBRIGA

Declaración del grupo Experiencia Pro Miróbriga al hilo de la emisión de ‘laSexta Columna’

Actualizado 20/05/2021
Experiencia Pro Miróbriga

Creo que por ello quedó cojo o insuficiente, máxime teniendo en cuenta que Antonio García Ferreras, presentador de dicho programa, vivió en Ciudad Rodrigo

Un muy reciente programa de televisión, concretamente en la Sexta, ha puesto una vez más en evidencia que, lo que no sale en la tele, no existe. Y es que, el poder de la antiguamente llamada "caja tonta", es cada vez más arrollador e invasivo, que todo lo puede y a todo llega. Y, es más, dándole un plus a la noticia hasta el extremo que ésta alcanza veracidad y realismo, "ha salido en televisión", suele decirse para darle credibilidad y trascendencia.

El programa citado se basó, una vez más, en el consabido problema de la ausencia o vacante de sede episcopal en Ciudad Rodrigo desde hace más de dos años. Eso sí, sin profundizar en las causas de la sentida renuncia del anterior titular Don Raúl Berzosa.

Pero, a nuestro juicio, no es este el problema, sino la situación de decadencia creciente de Ciudad Rodrigo y su comarca, que siguen perdiendo población de forma progresiva, especialmente a partir de 1950, con una emigración masiva y generalizada en nuestro país. Baste señalar que solo en nuestra ciudad en 1990 la población de Ciudad Rodrigo era de casi 16.000, exactamente 15.985, mientras que en enero de 2020 ha bajado a 12.261; esto es, 3.724 habitantes menos, un 23,30 %, y sigue el descenso.

Y con ello, o como consecuencia de ello, se han perdido también instituciones u organismos públicos o entidades privadas que formaban una red socioeconómica que daba vida y vigor a la ciudad y su periferia.

En su día se perdió la o las guarniciones militares, la Audiencia Provincial, el Gobierno civil y el militar, después la comisaría de policía, centros docentes de grado medio y el nunca conseguido hospital comarcal, y aunque suplido por centro de salud, y sucesivamente numerosas industrias, comercios y actividades artesanales que se llevaron consigo centenares de puestos de trabajo y la impronta de ciudad prospera que siempre tuvo.

Baste recordar que en las coplas y versos del famoso Carnaval del Toro, concretamente en las del año 1922, hace casi cien años, publicados en el semanario La Iberia, se dice con gran crudeza y cierta exageración humorística que: "...Hoy está Ciudad Rodrigo, como un villorio, está muerto. La industria paralizada. Está lo mismo el comercio. Cuatro tabernas, sin gentes; los cafés ídem de lienzo, casi siempre sin tabaco. Sin trabajo está el obrero, se quejan los labradores, se lamenta el barrendero. El concejo está empeñado, en las timbas no hay jaleo. ...Pero hoy ya de milagro vivimos en este pueblo. Pues se llevaron la audiencia, la guarnición, el gobierno; cuanto tenía importancia, lo que había de provecho, no quedando ya en Miróbriga más que los dulces recuerdos de un pasado venturoso. Y un cuartel, sin tropa, nuevo. Se ha cerrado La Panera, se destruyó el teatro viejo. No hay baile en la Sociedad. El teatro tiene veto. En Carnaval ya no hay murga; hasta triste está Trejo. Hoy, en fin, ya se despide; hoy un adiós lastimero al público La Iberia, este semanario viejo...".

A ello debe añadirse un hecho que contribuyó a esta decadencia: el cese de la actividad de la mina de uranio en 2001, hace ahora veinte años, que daba ocupación directa e indirecta a más de 200 personas y otras tantas familias, como muy recientemente una importante industria cárnica, tan lógica en una zona ganadera como la nuestra y sobre la que no se ha dicho ni palabra.

De nada de esto se habló en el citado programa, como si ello no importara o no fuera trascendente. Y creo que por ello quedó cojo o insuficiente, máxime teniendo en cuenta que Antonio García Ferreras, presentador de dicho programa, vivió en Ciudad Rodrigo por ser hijo de uno de los empleados de la empresa ENUSA, que explotaba la referida mina.

Pues bien, si este es el diagnóstico ¿cuáles son los remedios si a ello se une el carácter periférico, antes estratégico de la ciudad que fue fortaleza y defensa en los conflictos bélicos que la asolaron y que justificaron su glorioso pasado?.

Ya Unamuno en "Tierras de Portugal y España", dice que Ciudad Rodrigo es la "Guarda" de la frontera española, después de haber criticado duramente a la ciudad portuguesa de Guarda, por su pueblerina vida, añadiendo que Miróbriga cuenta con unas "ridículas e inofensivas murallas", olvidando que son un conjunto perfectamente conservado que da impronta a la ciudad.

En efecto, creemos y estamos convencidos de ello, que en estas denostadas murallas unamunianas, está la clave o una de las claves de su resurgimiento tan necesario. Y es que, Ciudad Rodrigo por su valioso e histórico Conjunto Histórico Artístico reconocido en 1944, se merece con toda justicia ser declarada Patrimonio de la Humanidad y constituir por ello una fuente de recursos turísticos, culturales y socioeconómicos que pueden y deben ser su principal industria.

Además de ello, la enseñanza no debe ni puede ser monopolizada por la ciudad de Salamanca y su prestigiosa Universidad, descentralizar o crear alguno de sus centros docentes, como de ingeniería agrícola, ya que la agricultura y la ganadería siguen siendo vitales en la zona, de estudios de enfermería, de magisterio o turismo, podían ser otras de las alternativas.

Y, por supuesto, debe contar con el necesario hospital comarcal que atienda necesidades de resientes situados a más de 100 km de Salamanca. Y también el retorno de la comisaría de policía y otros organismos perdidos o que se pueden conseguir, como es incentivar el aspecto museístico del que podría haber sido elemento esencial el Calvario de Juan de Juni, que nos lo dejamos arrebatar y que siempre residió en Ciudad Rodrigo, y hoy luce en el Museo de Escultura de Valladolid, como muchos años antes el Retablo de Fernando Gallego de nuestra majestuosa e imponente Catedral exportado a Tucson (USA). No obstante, nuestros incomparables palacios, como el de Los Águila, deben fortalecer y desarrollar esta función, que igualmente da prestigio a nuestra ciudad.

Pero claro, no podemos pedir algo si la capital de la provincia quiere acapararlo todo y se niega a desconcentrar nada, y lo estamos viendo con el obispado, que se pretende incluirlo en el que ya tiene, aunque se mantenga la diócesis mirobrigense, como ya ha manifestado recientemente el secretario de la Conferencia Episcopal.

Y tampoco será posible conseguir un necesario renacimiento mientras grupúsculos negacionistas se opongan a cualquier desarrollo, como vimos con la construcción de la presa de Irueña, que evita ya las periódicas avenidas y riadas del río Águeda, que tanta destrucción causaban.

"No se puede estar en misa y repicando", dice el viejo refranero y eso es lo que quieren algunos. Por ello, si "la unión hace la fuerza", unámonos en torno al Ayuntamiento que legítimamente nos representa para aunar esfuerzos y luchar en la dirección correcta. Solo así Ciudad Rodrigo y su comarca empezarán a recuperar parte de lo mucho que han perdido.

Por último, los firmantes de esta Declaración la consideran un punto de partida para futuros estudios y reflexiones que están dispuestos a realizar en reuniones de trabajo en colaboración con la alcaldía mirobrigense.

Ciudad Rodrigo, 20 de mayo de 2021

Por el Grupo Experiencia Pro Miróbriga: Ángel Bajo Montero, José Manuel de Luis Esteban y Miguel Cid Cebrián