Esta reducción se debe a un cambio de criterio del Gobierno, que ahora reparte por población y no por colectivos de edades
"Necesitamos de manera imperiosa vacunas". Es la llamada que hace la consejera de Sanidad de Castilla y León, Verónica Casado, ya que la Comunidad ha recibido este mes un 23% menos que en el anterior. "Tenemos un problema importante de planificación", añadía.
Casado explicaba que el reparto de dosis se hace ahora por porcentaje de población, sin tener en cuenta los grupos vulnerables y eso afecta negativamente a Castilla y León, ya que "con el cambio de criterio pasamos de 105.000 a 85.000 dosis semanales de Pfizer".
Además, esta reducción de vacunas, limita las segunda dosis de más de 140.000 personas (71.000 de AstraZeneca y otros 70.000 de Pfizer). Por eso, la Junta ha trasladado esta preocupación al Ministerio de Sanidad, ya que "necesitamos ese mismo número de vacunas para suministrar la segunda dosis".
Dudas sobre el estudio que recomienda una segunda dosis de Pfizer para los vacunados con una de AstraZeneca
La consejera de Sanidad, Verónica Casado, ha planteado serias dudas sobre los resultados de esta investigación puesta en marcha por el Instituto de Salud Carlos III (ISCIII), han evidenciado que una dosis de la vacuna contra la COVID-19 de Pfizer produce respuesta inmune fuerte y efectos secundarios de leves a moderados en personas menores de 60 años que recibieron una sola dosis de AstraZeneca.
En su opinión, "se necesita una muestra más amplia y esa conclusión contraviene las de la EMA (Agencia Europea de Medicamentos) que era favorable a segundas dosis con AstraZeneca".
Casado, que es una de las personas que ha recibido la primera dosis de AstraZeneca, afirmaba: "quiero que mi segunda vacuna sea AstraZeneca" y argumentaba que "este estudio no dirime las cuestiones de seguridad".