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‘Cuentos Pendientes’ una antología del cuento castellano-leonés del siglo XXI con el sabor de ...
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‘Cuentos Pendientes’ una antología del cuento castellano-leonés del siglo XXI con el sabor de ...

Actualizado 23/04/2021
Charo Alonso

Publicado por Castilla Ediciones y seleccionado y prologado por José Ignacio García, la obra es toda una referencia para estudiar el cuento moderno de la región

Foto fija de los narradores del relato castellano leonés del siglo XXI, los 43 nombres ¡Que se dice pronto! de esta antología son los dignos sucesores de aquellos grandes autores de los dos volúmenes recopilados por José Luis Puerto bajo el título El cuento literario de Castilla y León, surco, en palabras del antólogo y prologuista José Ignacio García, donde se ha sembrado la simiente de esta feliz continuación que nos demuestra que el relato castellano leonés sigue gozando de una salud extraordinaria.

Un tema, el de la salud, que parece llenarlo todo, hasta tal punto que Fernando Conde sugirió que este debía ser el libro "De los cuarenta de la cuarentena", ya que su publicación coincidía con el cuarenta aniversario de la fundación de Castilla Ediciones. Sin embargo, quisieron los avatares complejos que rigen la complicada matemática de cualquier antología, que se sumaran nombres indispensables y también, que la muerte de la escritora leonesa Elena Santiago hiciera necesario el homenaje de la publicación del relato que abre la recopilación, acertadamente ordenada de forma cronológica.

¿Cómo se aborda una antología tan monumental? El narrador y crítico José Ignacio García aceptó el encargo de José Antonio Rodríguez Lozano, director de la editorial castellana para, en cierto modo, continuar la recopilación de José Luis Puerto enlazando con los nombres de Ignacio Sanz, Luis Marigómez y Luis García Jambrina para dar la necesaria continuidad. El resultado de un trabajo épico que, evidentemente como en toda antología, tiene sus ausencias y sus cuestionamientos, supone un título indispensable para conocer el panorama de la narrativa breve de una tierra que goza de excelente salud literaria. El subgénero del relato tiene el espacio que se merece y los autores, de muy variada lección, despliegan un abanico amplio y diverso de estilos y temas.

Casi una cincuentena de autores que nacen entre 1953 y 1986, practican el relato y nacen o están íntimamente relacionados con Castilla y León. Las antologías tienen estás lindes que acotan necesariamente, y sin embargo, los relatos muestran un panorama infinito en sus propuestas, temas y tratamientos. Señala muy certeramente José Ignacio García, quien también incluye uno de sus relatos, que los autores castellano leoneses no escriben permanentemente bajo la alargada sombra del ciprés de Delibes, atreviéndose a emprender todos los caminos de un subgénero donde cabe todo: el realismo, el lirismo, el costumbrismo, la audacia de la ciencia ficción, la brevedad del microrrelato, la vanguardia el humor y ese neorrealismo narrativo tan evocador de la escritura del maestro vallisoletano. Cuentos que cuentan en la libertad de sus propuestas, la creatividad de unos autores cuyas trayectorias se recorren al final del libro, haciendo que el lector, además de disfrutar de la lectura de sus relatos, pueda abordar el resto de la obra de cada uno de ellos.

Nombres asociados a la tierra de fuertes raíces y espléndidas alas. De ahí que hablemos de escritores "salmantinos" atendiendo a la dificultad de acotar: ¿Es salmantino el zamorano Luis García Jambrina que ha desarrollado su escritura en la Salamanca a la que pertenece como profesor de la Universidad legendaria? ¿El Madrid y la Valladolid donde viven Manu Espada y Yolanda Izard respectivamente influyen en la obra de ambos salmantinos? Cabe recordar que la única autora que nace y vive en la actualidad en la ciudad del Tormes soy yo misma y sin embargo, esa visión limitadora del origen o el lugar de residencia nada tienen que ver con la pertenencia.

Y pertenencia es la que tiene Luis García Jambrina con la Salamanca unamuniana. Su relato, de corte histórico y literario, se centra en la muerte del rector bilbaíno ¿Alguien cuestiona la "salmantinidad" de Unamnuno? en su magistral mezcla de ficción, historia, intriga y literatura con la que nos deleita entrega tras entrega con las aventuras de su Fernando de Rojas, el protagonista de la serie de sus "Manuscritos". Jambrina, quien ha publicado muy recientemente junto al director de cine Manuel Menchón La doble muerte de Unamuno. Un título en el que retoma ese género híbrido, esta vez cercano a la indagación periodística e histórica donde completa la tarea emprendida por Menchón en la película documental "Palabras para un fin del mundo". El relato contenido en la antología es, ciertamente, un lazo de unión entre los magistrales y tempranos libros de cuentos de Jambrina, publicados en 1995 y 2005 y su último título dedicado a Unamuno.

La raíz del paisaje, esta vez bejarano, es una constante en la obra narrativa y la poesía de Yolanda Izard, profesora en la Universidad vallisoletana, colaboradora en múltiples publicaciones de gran prestigio y experta en talleres de escritura creativa. La suya es una trayectoria marcada por los premios, la diversidad de géneros que practica y una originalidad de la que da buena prueba con el relato "Lo mejor y lo peor de ser un fantasma", trece piezas ?no podía ser otro número- que nos hacen reír y pensar a partes iguales con un mosaico que juega con el género de terror, el humor y ese leve perfume del doble y del protagonista narrador pleno de sutileza. Un relato que pertenece al libro Zambullidas publicado en el 2017.

Salmantino también y de honda vinculación con la Universidad Pontificia de Salamanca donde sigue acudiendo a dar cursos de Escritura Creativa, Manu Espada es uno de las grandes figuras de esta antología tanto como periodista ?es guionista en radio y televisión desde 1998 en Madrid- como escritor ya que es una de las voces de referencia del microrrelato de habla hispana, autor de numerosos libros, antólogo y nombre al que siempre hay que recurrir cuando se trata la naturaleza de este "Cuarto género narrativo" como lo denominó un libro recopilatorio publicado por ediciones Cátedra donde aparece. Salmantino que aún recuerda su niñez de trillo, sorprende al lector de esta antología con tres microrrelatos donde da cuenta de su maestría y su capacidad de retorcer la realidad hasta límites insospechados. En "Matemáticas" el cálculo juega con la mente de una profesora de matemáticas que acude a su trabajo en metro, aparentemente anodina sin serlo. En "El nombre de las cosas" nos deleita con su talento para trastocar irónicamente el concepto de cuento, ficción y semántica y para dejar al lector ya absolutamente rendido, recuerda en "Agujero de gusano (La bala)" el asesinado de JFK en un recorrido enloquecido por parte de esa misma bala utilizada en el magnicidio.

En la variedad está el gusto y ese es uno de los grandes valores de este volumen, donde Luis García Jambrina, nuestro profesor y pesquisidor zamorano habitante del territorio de La Celestina y de la Universidad, ya hemos dicho que relata una ficción unamuniana, "El último café", quizás más cerca de la verdad que muchas de las crónicas que hemos leído como ciertas acerca de la muerte del rector bilbaíno. Escritor consumado, profesor de Literatura, experto en cine, Jambrina es uno de los grandes nombres del panorama de la narrativa actual, y un auténtico lujo no solo para esta antología, sino para la ciudad de Salamanca donde habita y practica una cercanía que todos le agradecemos. Es nuestro novelista de cabecera, el que vive con nosotros en la calle de todos, en la Salamanca que se entrega con cada publicación suya y el que nos mantiene a todos expectantes con las puntuales entregas de su serie de los Manuscritos donde combina magistralmente la novela histórica y la intriga policiaca.

Y me van a permitir que pase de puntillas ante mi aportación a este libro de celebración del relato castellano leonés citando solamente que mi cuento "Lo que a mamá le conviene" sale de un libro de relatos publicado en el 2018 por Huerga y Fierro, uno de los sellos históricos de este país de valientes editoriales que, como Castilla Ediciones, apuestan por los nombres desconocidos. Fue este libro y la amistad del escritor vallisoletano Rodrigo Martín Noriega, uno de los narradores de fuste más importantes de nuestro panorama actual, la llave para acceder a la amistad de José Ignacio García y a la compilación que conduce a lo largo de doce magníficas entregas defendiendo la promoción de la lectura "Contamos la Navidad". Mérito es de este antólogo y crítico literario que ante todo es escritor, cualquier aportación que mi persona haya hecho a este libro donde también aparece un relato suyo "Solitario", profunda escritura realista, cercana a la tierra y al diálogo vivo que nos reconcilia con el gusto por lo cotidiano. Pura fotografía de un instante, el instante decisivo que hace único e intransferible al cuento.

Libro de relatos pues pleno de hallazgos y puerta para acceder a la narrativa actual de una región fuertemente literaria. Leer estos relatos es descubrir las voces y los ecos de un tiempo entregado a la creatividad desde múltiples propuestas. Cuarenta y tres autores, que se dice pronto, que nos dejan una tarea pendiente, descubrir su escritura, disfrutar de ella, indagar en su bibliografía y alegrarnos de que esta tierra tenga surcos tan fecundos, arado feliz de la pluma castellano leonesa.