Raúl Fraile, sobre su trasplante de pulmones, en plena pandemia: “piensas que puede ser tu...

Raúl Fraile tiene 54 años y es uno de los salmantinos que, en mitad de la pandemia por coronavirus, en junio de 2020 recibía un trasplante de pulmones. La operación, tras tres intentos, fue en el Hospital 12 de Octubre de Madrid, donde estuvo dos meses en la UCI, como consecuencia de ciertas complicaciones postoperatorias. Es un superviviente tras un duro y largo camino que ha pasado por el diagnóstico y dos años en los que ha dependido las 24 horas de la máquina de oxígeno portátil, los pulmones artificiales de este tipo de enfermos, hasta que llegó la ansiada intervención, gracias a la generosidad de un donante.

"Ahora llevo una vida más o menos normal, pero con la incertidumbre del coronavirus, porque queremos que nos vacunen y no sabemos cuan lo van a hacer", explica en SALAMANCA AL DÍA.

En su caso, además, la espera para salir del túnel fue mayor, ya que "la pandemia paralizó los trasplantes durante tres meses, aunque yo fui de los primeros que se retomaron". Y es que a otros pacientes les ofrecieron recibir pulmones donados pero, por miedo a los contagios de coronavirus en los hospitales rechazaron la oportunidad del trasplante".

"El viaje a Madrid fue malísimo, más de dos horas de ambulancia, con la angustia de la espera y pensando que puede ser tu último día, es una incertidumbre muy dura", recuerda. Además, el proceso de la compleja operación de un trasplante de pulmones para Raúl se hizo más difícil, debido a complicaciones posteriores que lo llevaron del quirófano a la UCI, donde estuvo dos meses, aunque lo peor fueron "cuatro días entubado en los que estuve consciente, eso es horrible".

Sin embargo, este superviviente superó todas esas adversidades y ahora disfruta de una nueva vida. "De no poder ducharme solo o ir al baño, he pasado a ser totalmente autónomo, hago 8 o 10 kilómetros andando y puedo disfrutar de ver crecer a mis hijos. Es muy duro, pero se sale, así que pido a la gente que donen órganos porque hacen falta".

Gran labor de Apucyl

El trasplante de pulmón significa seguir viviendo, por lo que el salmantino Raúl Fraile está muy agradecidos a los donantes y a los familiares que, en un momento tan difícil para ellos, dieron su consentimiento para la donación. En la Asociación de Enfermos y Trasplantados Pulmonares de Castilla y León (Apucyl), con sede en Salamanca, reconocen que España es uno de los países en los que más se dona.

El trasplante pulmonar (de uno o ambos pulmones enfermos) es el único procedimiento que puede salvar la vida de muchos pacientes cuya enfermedad se encuentra en estados avanzados e incapacitantes.

La enfermedad pulmonar, que suele afectar a los dos pulmones, se manifiesta con mayor frecuencia entre los 40-45 años. El diagnóstico de la enfermedad pulmonar tiene un importante impacto emocional, tanto para la persona que lo padece como para los familiares.

El principal cometido de la asociación Apucyl es ayudar física y psicológicamente a los enfermos, facilitando rehabilitación respiratoria, porque "no hay tratamientos curativos de pulmón, son enfermedades invalidantes, con un deterioro progresivo y degenerativo, y la opción última es el trasplante de pulmón".

Y es que las sesiones de rehabilitación respiratoria a través de la Sanidad pública son mínimas, por lo que los pacientes tienen que aprender a realizarla en casa o, como en algunos casos, ir a una fisioterapeuta por mi cuenta. Rehabilitación respiratoria que necesitan prácticamente todos los días para estar bien, "es la manera de mantener la capacidad pulmonar, limpiar las secreciones, reducir el riesgo de infecciones y de ingresos hospitalarios".