Los futbolistas y técnicos tendrán que competir en condiciones muy extrañas a las de hace mas de un año para evitar contagios en la medida de lo posible
El fútbol base cambió por completo tras la llegada de la pandemia del coronavirus a nuestras vidas y nada tendrá que ver con lo que conocíamos hace poco más de un año, puesto que hubo cambios significativos para este curso 2020/2021. Ahora, los protocolos son muy estrictos para los clubes y los entrenamientos y partidos se deberán llevar a cabo con la mascarilla puesta. Así, los niños y técnicos tendrán que apañárselas en condiciones muy extrañas para evitar contagios en la medida de lo posible.
Además, el hecho de que se volviera a competir causó sensaciones diferentes. Por su parte, Aitor López, entrenador del Alevín A del Pizarrales, comentó que "sorprende porque sabes que la intención de la Federación es sacar adelante una Liga a toda costa para que los jugadores paguen las fichas y ella tenga ingresos. Mientras, Víctor Sánchez, que lleva al mismo conjunto en el Hergar, indicó que "ha sido una alegría tremenda poder volver a encontrarte con los niños en un campo de futbol y rodeados de balones. El deporte es salud y sirve para combatir de la mejor forma al virus". Por otro lado, Aitor consideró que es "razonable y entendible" que se produzca la vuelta del balompié, un hecho que también ve Víctor con buenos ojos.
Para que el fútbol base tuviera cabida en 2021, las entidades de Salamanca debieron establecer unas pautas obligatorias para que no hubiera problemas. "En el Pizarrales se diseñó un protocolo, se envió y al primero no le dieron el visto bueno, pero se modificó y se aprobó. Todos tenemos medidas comunes, aunque después cada club tendrá sus cambios por las instalaciones", alegó el preparador rojiblanco. En el caso de los del Neme, Sánchez dijo: "Desde el primer día que volvimos estamos tomando muchas medidas. El uso obligatorio de mascarilla es una faena porque no practicas el deporte a pleno rendimiento, pero es una garantía para minimizar la transmisión del virus".
No obstante, la preocupación está a la orden del día en los clubes. Para Aitor, el supuesto de que se produzca un brote "sería un problema y los medios harían eco de ello al ser carnaza, por lo que crearía crispación". Además, Víctor incidió en que "el hecho de que algún niño, debido a su inocencia, oculte síntomas por el hecho de no verse rechazado o alejado de su entorno deportivo puede ser lo más peligroso".
Por otro lado, hay competiciones en las que sí se ha estado jugando con normalidad hasta ahora. Por ello, el uruguayo Seba López, del Juvenil Regional del Salamanca UDS, contó a este medio cómo ha sido la campaña para él: "Es un privilegio y un orgullo haber sido la única categoría del fútbol base que ha estado disputando entrenamientos y partidos. Fue un privilegio porque estaba todo parado. El club toma muchas medidas en contra de la propagación del virus y es muy seguro ir a entrenar o jugar. Los protocolos son buenos, nos toman la temperatura, entramos y salimos por sitios distintos, mantenemos las distancias, al gimnasio vamos con mascarillas y me siento seguro", finalizó. En definitiva, el fútbol base ha vuelto para quedarse y no puede haber mejor noticia en tiempos tan duros.
Fotos: Lydia González