En el momento más duro del primer confinamiento el uso de ansiolíticos y antidepresivos aumentó un 14% respecto a 2019
El perfil de prescripción y dispensación de medicamentos ha experimentado importantes cambios durante la pandemia como consecuencia del propio virus, del confinamiento y del cambio en los hábitos de vida asociados. Así se desprende del análisis de los datos de dispensación de medicamentos en farmacia comunitaria con cargo al Sistema Nacional de Salud durante 2020. Los datos analizados por el Consejo General de Farmacéuticos reflejan que el uso de medicamentos analgésicos, para el sistema respiratorio y nervioso, se incrementó en 2020 de manera significativa durante la primera fase de confinamiento al inicio de la pandemia, además otros fármacos relacionados con la COVID-19 también sufrieron importantes cambios.
En este sentido destaca por encima del resto un incremento en el uso de medicamentos para el sistema nervioso ? para patologías como ansiedad, depresión o trastorno del sueño - de más del doble respecto a 2019, con un 4,8% de aumento en 2020 frente al año anterior con apenas un 2%, reflejo de la crisis sanitaria y económica que atravesamos. Es de subrayar que durante el primer confinamiento se llegó a aumentos de entre un 10 y 15%, reflejo del impacto emocional que tuvo la COVID-19 tanto en la población general, como en los pacientes afectados o los propios profesionales sanitarios. El incremento anual en el grupo específico de medicamentos ansiolíticos, fue de más del 5%, y el de los sedantes más de 4%, comparando datos de 2020 y 2019.
Otro de los grupos de medicamentos que ha sufrido importantes cambios es el de los analgésicos y antipiréticos, para el tratamiento de la fiebre. El crecimiento en este grupo de medicamentos en 2020 ha sido del 7,8%. En 2019 el crecimiento para los medicamentos analgésicos fue del 4,6%, por lo que se ha producido un incremento de más de 3 puntos porcentuales en su utilización. Los analgésicos son fármacos fundamentalmente usados en el tratamiento del dolor, por lo que su mayor consumo se asocia en esta época a la sintomatología propia de la COVID-19. El incremento interanual en el grupo específico en el que se encuentran los medicamentos con paracetamol, por ejemplo, uno de los medicamentos más dispensados, fue del 13%, comparando datos de 2020 y 2019.
Por otra parte, grupos de fármacos como los corticoides sistémicos o los antibióticos de tipo macrólido, han registrado descensos del 12% y del 19%, respectivamente en su dispensación en farmacias con cargo al Sistema Nacional de Salud. Este hecho puede haberse producido por la utilización controlada que de estos medicamentos se ha venido realizando, focalizando su utilización en los pacientes afectados por COVID-19 y en algunos casos formando parte de ensayos clínicos que se han llevado a cabo con diferentes tratamientos farmacológicos. Por todo ello, estos medicamentos han formado parte de los listados calificados como medicamentos esenciales por la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS), categoría que obligaba a tener un control especial de los mismos.