¿Padeces fatiga pandémica?: Estos son los síntomas para reconocerla

La preocupación de la población respecto a la pandemia ha aumentado, según refleja el estudio COSMO-Spain, cuyos resultados de la cuarta ronda acaba de publicar el Instituto de Salud Carlos III (ISCIII), en coordinación con el Ministerio de Sanidad. Así, el 67% de los participantes indican mucha o muchísima preocupación, el porcentaje más alto de las 4 rondas del estudio. Entre las principales preocupaciones, aumenta la inquietud por la saturación de los servicios sanitarios, por las personas que no utilizan la mascarilla y por la evolución de la propia salud física y mental.

Además, crece el porcentaje de participantes que cree que la pandemia se está propagando rápido (92%) y las personas que afirman que la COVID-19 les hace sentirse deprimidas (50%) o les produce miedo (47%). Finalmente, también aumenta (hasta el 54%, el más alto de todas las rondas) el porcentaje de personas encuestadas que considera que se está viviendo lo peor de la pandemia.

La denominada fatiga pandémica aumenta en esta cuarta ronda. Sus efectos se hacen notar con el empeoramiento de la evolución de la epidemia: las afirmaciones con mayor grado de acuerdo son "estoy cansado/a de los debates sobre la COVID-19", con una media de 3,91 sobre 5 (dónde 5 es máximo acuerdo), seguido por "estoy harto/a de oír hablar de COVID-19", con una media de 3,62 y "me siento en tensión tratando de seguir todas las recomendaciones", con una media de 3,04.

La propia Organización Mundial de la Salud también habla de fatiga pandémica para referirse a ese cansancio hacia todo lo relacionado con la pandemia.

¿Padeces fatiga pandémica?

• Estos son los síntomas que tenemos que tener en cuenta:
• Menor percepción de riesgo, al acostumbrarse a convivir con el virus y, por lo tanto, a normalizarlo.
• Pérdida de sensación de control y autodeterminación.
• Aislamiento y desesperanza.
• Desmotivación, cansancio, frustración o hastío con la situación en general.
• Una de las consecuencias de esta situación de cansancio, como recuerda la OCU, es que se pasan por alto las recomendaciones médicas o las medidas preventivas (higiene de manos, uso de mascarilla, respeto a las distancias, limitaciones de reuniones...). También se pierde el interés por mantenerse informado sobre la situación o sobre las últimas medidas restrictivas o de protección. Al final, eso puede llevar a prácticas de riesgo y se pone en peligro la salud individual y la de todos.

¿Cómo afrontar la fatiga pandémica?

Céntrate en lo que sí puedes controlar. Cambiar la situación global o la evolución de la pandemia no está en nuestras manos; habrá cosas que no podremos hacer o que nos pedirán que hagamos de un modo distinto? Es cuestión de adaptarse a esa nueva forma de desenvolverse en el día a día y seguir activos.

Trata de ser más tolerante con esta situación. Ahora, además, las noticias favorables de las vacunas arrojan esperanza y luz al final del túnel. Procura ser flexible para adaptarte a los cambios y buscar alternativas viables. La incertidumbre y los cambios son las 'nuevas certezas'. Lo que estamos viviendo es extraordinario.

Si asumes que tus planes pueden trastocarse en cualquier momento, vivirás los cambios con menos frustración y malestar. Intenta mantener tu vida activa en la medida de lo posible, sin dejar de respetar las medidas de protección.

No dejes de ver a gente, hacer cosas o actividades que te ayuden a sentirte bien, las que ya hacías u otras nuevas que quieras probar. Sabemos que esto va a terminar, pero no cuándo. El día que estés apático, triste o desanimado... tranquilo, date permiso para ello: resulta difícil y puede que se haga largo, pero te mereces un respiro y poder expresar tus sentimientos.