El presidente de Castilla y León insiste en que si el Ejecutivo central pensara que se vulneraban derechos fundamentales hubiera solicitado su suspensión cautelarísima
El presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, ha lamentado que el Gobierno central no crea en la "cogobernanza", algo que, a su juicio, se ha visto reflejado con su recurso contra el toque de queda a las 20.00 impuesto en la Comunidad, por lo que ha afeado que "en lugar de apostar por el diálogo y el entendimiento ha preferido la vía judicial".
Fernández Mañueco ha defendido en su intervención la medida impulsada por la Junta y ha considerado que si el Gobierno central hubiera creído que con el toque de queda se están vulnerando derechos fundamentales hubiera recurrido a solicitar sus suspensión cautelarísisma.
Así, el presidente ha asegurado que todas las medidas que se han adoptado desde Castilla y León ha sido "duras y difíciles" pero ha defendido su necesidad "para frenar la escalada del coronavirus para proteger la salud de las personas causando el menor daño de la economía".
"Son medidas que tomé yo, asumiendo mi responsabilidad, después de escuchar a los miembros de mi Gobierno, a los expertos y a representantes de sectores económicos y después de escuchar a portavoces de los grupos parlamentarios, a los alcaldes de los principales municipios y a los presidentes de Diputación", ha recordado Mañueco.
En su alocución, el presidente ha garantizado que la Junta asumirá la decisión del Tribunal Supremo que se pronunciará en próximos días y ha asegurado que confía en "poder mantener el anticipo del toque de queda mientras sea necesario".
"Es una medida que firmamos amparados por la normativa del Estado de Alarma aprobada por el Congreso de los Diputados y que se comunicó al Gobierno de acuerdo con esta norma, es una medida equilibrada que nos permite proteger a las personas y evitar el mayor daño posible a la economía y está avalada por razones sanitarias, sociales y jurídicas", ha manifestado.
El presidente de la Junta ha defendido que el adelanto del toque de queda se ha mostrado como una medida "eficaz y útil". "La incidencia acumulada a 7 días haya caído un tercio desde el 24 de enero, cuando se registró el pico de esta tercera ola y la tasa de crecimiento intersemanal ha pasado de crecer un 147 por ciento cuando decidimos establecer esta medida a bajar el 11 por ciento", ha manifestado.
Además, ha insistido ante el hemiciclo en que se trata de una acción "lógica, justa y equilibrada" y, desde el punto de vista jurídico es "un
es un acto legal que protege la vida por encima de cualquier otro derecho como puede ser la libertad de circulación de las personas".
"Es una medida, en definitiva, que adopté utilizando al máximo, en una situación crítica, las herramientas jurídicas a nuestro alcance para afrontar la pandemia", ha concluido.