El impacto de la crisis ha sido desigual, y aunque hay familias que han visto recortados sus ingresos, otras han mantenido su nivel de ingresos, con menos gasto por los cierres y restricciones a la movilidad
Menos gasto y más ahorro, forzoso en cierta medida por las restricciones a la movilidad. La incertidumbre por el impacto de la crisis sanitaria de la Covid-19 ha llevado a los salmantinos -y en general a los castellanoleoneses- a guardar más en la hucha durante el año de la pandemia. Los datos del Banco de España y la Dirección General de Estadística de Castilla y León reflejan también que el frenazo de la economía -con sectores especialmente afectados como la hostelería, comercio o turismo- ha aumentado el endeudamiento de los salmantinos durante 2020.
Lo depositado por parte de los clientes salmantinos en las entidades financieras supera a lo que tienen concedido. Así, el ahorro financiero de los salmantinos alcanzó los 9.344 millones de euros, con un incremento del 3,7%% con respecto a lo que tenían ahorrado en el primer trimestre de 2020, antes del inicio de la pandemia.
El impacto de la crisis ha sido desigual. Aunque hay familias que han sufrido una reducción de sus ingresos a consecuencia de la situación económica (los ERTES, por ejemplo) y, por tanto, de su capacidad de ahorro, otras sí han podido mantener su trabajo y nivel de ingresos, lo que sumado a las restricciones para frenar la pandemia (desde el confinamiento a los cierres de actividades) ha incrementado el ahorro familiar.
Sin embargo, el frenazo de la economía se refleja en el aumento de lo prestado por los bancos a sus clientes, y que en Salamanca alcanzó la cifra de 5.664 millones de euros.
Castilla y León, ya de por sí, es una de las comunidades autónomas más ahorradoras. Durante la pandemia los ahorros han crecido en casi 4.000 millones de euros, hasta superar los 74.600 millones de euros. De igual manera, han aumentado los créditos, hasta los 43.942 millones de euros.