Coincidencia entre las partes respecto a que la nueva prórroga debería llegar al menos hasta el 31 de mayo
Gobierno y agentes sociales volverán a reunirse este jueves a las 16.30 horas para seguir negociando la prórroga de los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE), después de que el encuentro del pasado lunes finalizase sin acuerdo. Tras el encuentro, desde CCOO, su responsable de Empleo, Mari Cruz Vicente, realizó una valoración "positiva" de la reunión en su cuenta de Twitter.
"A la espera del jueves para cerrar algunos detalles, creemos que es posible llegar a un acuerdo satisfactorio para trabajadores y empresas que permita seguir protegiendo el empleo durante la pandemia", afirmó.
Fuentes del Ministerio de Trabajo señalaron a Europa Press que se produjeron avances importantes durante la reunión del lunes, en la que se abordó, entre otras cuestiones, la necesidad de aligerar los procedimientos. También otras fuentes de la negociación consultadas apuntaron que la negociación está muy avanzada y que quedan pendientes algunos flecos para poder cerrar un acuerdo, que esta vez se espera que no se produzca a última hora, a diferencia de prórrogas anteriores.
El pasado viernes, durante la primera reunión para prorrogar los ERTE más allá del 31 de enero, hubo coincidencia entre las partes en que la nueva prórroga debía llegar al menos hasta el 31 de mayo.
Según los últimos datos de la Seguridad Social, a cierre de diciembre estaban en ERTE más de 755.610 trabajadores, aunque en el pico alto de la pandemia los trabajadores protegidos llegaron a ser más de 3,4 millones.
El modelo vigente: sectores 'ultraprotegidos', impedimiento y limitación
La regulación actual de los ERTE, que podría prorrogarse con algunos ajustes, establece la prórroga automática de los procedimientos por fuerza mayor para determinados sectores económicos, y contempla dos figuras, los ERTE de impedimento de actividad y los ERTE de limitación de actividad, a los que pueden acogerse todas las empresas, con exoneraciones bastante elevadas, que en algunos casos llegan hasta el 100%.
Los ERTE de fuerza mayor con prórroga automática se limitan a las empresas más afectadas por la pandemia cuya actividad se clasifique en alguno de los códigos de la Clasificación Nacional de Actividades Económicas (CNAE-09) previstos en la norma, con exoneraciones de cuotas de entre el 75% y el 85%. De estas exoneraciones también pueden beneficiarse aquellas empresas que, aunque no formen parte de dichos sectores, se encuentran en su cadena de valor o cuyo negocio depende en su mayoría de ellos.
En el caso de las nuevas modalidades de ERTE vigentes, a las que pueden acogerse empresas de cualquier sector, se distinguen dos tipos: los ERTE por impedimento de actividad como consecuencia de restricciones adoptadas por las autoridades (por ejemplo, las empresas de ocio nocturno), y los ERTE de limitación de actividad, destinados a las compañías que vean alterada su actividad cuando una autoridad local, autonómica o estatal limite, por ejemplo, los aforos y los horarios.
Los ERTE de limitación de actividad van acompañados de exenciones de cuotas de entre el 70% y el 100%, mientras que los ERTE de impedimento de la actividad contemplan exenciones de entre el 90% y el 100%.
De prorrogarse el decreto actual sin cambios, los trabajadores afectados por ERTE seguirán teniendo acceso a la prestación sin periodo de carencia, no les computará el periodo consumido hasta enero de 2022 y la prestación equivaldrá al 70% de la base reguladora. Además, las empresas con ERTE continuarán teniendo limitado el reparto de dividendos y prohibido externalizar y realizar horas extra, entre otras medidas.
Está por ver si se mantendrá el compromiso de empleo de seis meses que obliga a las empresas a no despedir si no quieren devolver todas las exenciones disfrutadas después de que la CEOE haya reclamado que su redacción se modifique para que, si se despide en ese plazo, sólo tengan que devolverse las ayudas recibidas por los trabajadores que salen de la empresa y no de toda la plantilla del ERTE. No obstante, se trata de una medida que no gusta a los sindicatos.