Especialmente duro fue el invierno de 1962, año en el que las múltiples nevadas dejaron la ciudad cubierta con un manto blanco
Esta expresión se viene repitiendo desde hace unos cuantos inviernos, especialmente entre las personas de mayor edad, aunque la estadística parece decir lo contrario, lo cierto es que en Salamanca es difícil últimamente ver la nieve.
="text-align: justify;">En otros tiempo los inviernos en Salamanca eran muy fríos, especialmente duro fue el invierno de 1962, aquel año las múltiples nevadas dejaron la ciudad cubierta con un manto blanco de nieve. A pesar de la molestia que para algunos suponía, la nieve en aquella época provocaban alegría juvenil y servía para hacer batallas con bolas de nieve (chicos contra chicas a la salida de los colegios) y algún muñeco de nieve que se encontraba por las calles.