Juan Miguel Pando recoge hermosas estampas de la localidad salmantina
Candelario está emplazado sobre una pendiente pronunciada, lo que ha hecho que sus calles sean empinadas y sus plazas pequeñas.
Hoy en día constituye un buen ejemplo de cómo la arquitectura se ha adaptado al relieve y a las condiciones climatologías a las que está sometida. De su configuración destacan sus empinadas y enrolladas calles recorridas por "regaderas", que son canalillos con agua cristalina recogida de los neveros de la sierra.
Su entorno permite realizar multitud de actividades al aire libre y para todas las edades. Existen numerosas rutas de senderismo para disfrutar del paisaje y multitud de espacios donde practicar bici, y escalada, en roca o hielo.
Un bonito y típico pueblo de montaña, que conserva ese encanto particular y que merece ser visitado.
FOTOGRAFÍAS: Antiguas imágenes de algunas calles de Candelario.
Autor: Juan Miguel Pando
Fototeca Patrimonio Cultural Español.