El máximo responsable de la Agrupación de Protección Civil Mancomunidad 'Rutas de Alba' relata su experiencía frente a la pandemia y como estan viviendo esta nueva oleada de contagios y actuaciones
El esquema laboral de un día a día cualquiera dentro los cuerpos que se han situado y hoy siguen colocados en primera línea frente a la pandemia y las oleadas de contagios por coronavirus, ha cambiado radicalmente. Un nuevo planteamiento, que desde marzo ha puesto patas arriba todas las rutinas de su labor y que hoy, con un nuevo e importante frente de contagios y positivos abierto, les mantiene preocupados y en alerta a partes iguales.
Esto ocurre entre los voluntarios que forman la Agrupación de Protección Civil Mancomunidad 'Rutas de Alba' quienes actúan de manera constante en nuevos escenarios, que hasta el mes de marzo eran inimaginables, pero que hoy, sin ellos, no podrían salir adelante.
Carlos Pérez Luque es el jefe de esta Agrupación en Alba de Tormes, quien ha vivido, junto al resto de compañeros, los meses más complicados en la vida activa de este colectivo, que nacía en la Villa Ducal en 2014.
¿Cómo os ha cambiado la vida desde marzo en el plano profesional?
C.P: Totalmente. Nosotros estábamos acostumbrados a realizar servicios centrados en momentos de fiestas, tráfico y ahora hemos pasado a ir a casas, a ir con Bomberos o Policía, a rescatar a gente en sus domicilios, repartir compras, llevar medicamentos a viviendas en las que había casos de Covid?ha sido un trabajo duro.
¿Tenéis un balance del número de actuaciones que habéis realizado desde el comienzo de la pandemia?
C.P: Durante la pandemia hemos llevado a cabo 69 servicios en la totalidad de municipios que acoge la Mancomunidad y de muy distintos aspectos. Desde desinfecciones hasta avisos, pasando por compras de todo tipo a domicilio para personas dependientes, servicios de farmacia o recogida y reparto de material sanitario frente a la pandemia, por poner algunos ejemplos. En total han sido 803 horas las que se han realizado de manera voluntaria.
¿Actualmente que servicios estáis realizando?
C.P: Pues desde hace un mes y medio estamos realizando patrullas de control, recorriendo zonas donde acude la gente, llevando a cabo controles del uso de mascarillas, distancias sociales, además de intentar evitar fiestas y botellones. Nosotros nos personamos pero trabajamos conjuntamente con Policía Local y Guardia Civil para realizar actuaciones si fuera necesario.
¿Y cómo se comporta la gente cuando os personáis en estos lugares?
C.P: Hay de todo. Nosotros vamos con la corrección, pidiendo que se cumplan las normas. Hay gente que ni te mira, gente que no hace caso, gente que incluso se enfada?sí que hay personas aun con falta de responsabilidad, aunque no son tantas como se está vendiendo. Y también te digo que los jóvenes no son los que más problemas están dando, son las personas de mediana edad en adelante los que más se resisten.
¿Crees que se está demonizando a la juventud?
C.P: El problema es que la gente joven se reúnen en lugares privados (pisos, cocheras?) y ahí no podemos actuar. Los grandes focos de infección pueden estar ahí, seguramente, pero los ves por la calle y la inmensa mayoría van con sus mascarillas y van bien. En cambio el tema de mascarillas no se lleva igual entre la gente más mayor, se resisten a seguir la norma en muchos casos.
¿Cómo es el protocolo de seguridad y sanitario que mantenéis en la base?
C.P: Pues ahora es un poco más relajado, pero durante estos meses de la pandemia teníamos colocado un espacio para la desinfección total a la entrada de la base, tras lo que preparamos a diario los buzos especiales sanitarios, además de repasar el resto de material como mascarillas, pantallas, guantes, patucos?diariamente hemos tirado mucha ropa ya que eran muchas desinfecciones continuas, además de limpiar al máximo hasta lo más mínimo, como llaves o teléfonos?tras cada actuación todo tenía que ser así, era y es algo que habitual, y ha supuesto un gasto importante la verdad?te puedo decir que la Junta hasta ahora nos ha proporcionado 3.800 mascarillas, 110 buzos, 25 pantallas faciales, 10 gafas de protección mas todo los litros de desinfectante que ha llegado desde varios lugares. Un gasto importante en definitiva.
¿Cómo estás viviendo el volver a encontrarte en primera línea en esta segunda ola de contagios Covid?
C.P: La verdad es que ya funcionamos como autómatas, repitiendo de nuevo lo hecho estos meses de atrás. Pero estamos viendo por la calle que se lo están tomando como si esto no existiera?parece que no ha muerto nadie, que no ha pasado nada?hay gente que cuando le pides mantener la distancia, que no es un capricho mío, o pasa de ti o incluso hay quienes te dicen que hasta cuándo vamos a estar de dictadores en la calle?
¿Si tuvieras que destacar algún recuerdo personal especial de este tiempo de pandemia?
C.P: Resaltaría sin duda el agradecimiento de mucha gente mayor que vive sola. El llevarles la compra o los medicamentos, esos pocos minutos en los que se lo entregabas han sido momentos especiales?vernos esos pocos minutos era de gran emoción?he tenido casos que me pedían que entrara y me sentara dos minutos con ellos?hacerles ver que no podía ser porque podía llevar el virus en cualquier parte y ver la mirada de esta gente sola que solo quiere un rato de compañía?te marchas a casa muy tocado. Rescatar alguna persona sola que se ha caído en casa, su situación al ser encontrada?gente sin nadie?y las residencias, que nos ha tocado y mucho el ánimo a todos los voluntarios. Han sido días muy fuertes que no olvidaremos. Nadie estábamos preparados ni entrenados para vivir una situación así
¿Qué consejo le darías a la gente hoy?
C.P: Que atiendan a las recomendaciones sanitarias, que no se relajen porque el virus sigue aquí, ni se ha ido y se va a marchar en cuatro días. Que la gente sea consciente de la situación real que estamos viviendo y actúen con todas las precauciones.