Aunque prácticamente no llovió durante el trayecto, el agua caída previamente echó para atrás a algunas de las personas que iban a participar
Ciudad Rodrigo evocó en la mañana del domingo, por iniciativa de un grupo local de caballistas tanto profesionales como aficionados, el espíritu de la suspendida Feria del Caballo 2020, con la realización por parte de un total de 24 equinos de una marcha ecuestre por la ciudad en la que siguieron la denominada Ruta de Wellington, como ya se hizo en las dos ediciones anteriores de la Feria del Caballo.
La Ruta de Wellington fue una iniciativa original de José Ramón Cid Cebrián, consistente en recorrer algunos de los lugares más significativos de la fortificación abaluartada de Ciudad Rodrigo con el objetivo de recordar la importancia que tuvieron los caballos en la época de la Guerra de la Independencia, en la cual fue destacado protagonista la persona que da nombre a la Ruta, Lord Wellington.
Con la participación prohibida a calesas y carruajes (sólo podían participar jinetes), la Ruta de la mañana del domingo reunió exactamente a 24 caballos (todos ellos con un único jinete salvo en dos casos donde también marchó un niño pequeño), algunos menos de los inicialmente previstos ante la lluvia con la que amaneció la jornada dominical en Ciudad Rodrigo, aunque durante el tiempo que duró la Ruta prácticamente no llovió (cayó algo en su tramo inicial).
Los caballistas se concentraron en la pista de competición del Polígono de Los Chabarcones (epicentro habitual de la Feria del Caballo), para poner rumbo al centro histórico escoltados por delante por un vehículo de la Policía Local, y por detrás por un camión de la empresa de limpieza Urbaser, que fue retirando los excrementos que fueron soltando los equinos.
El grupo transitó por las calles Carpinteros, de Los Gremios y Torroba, la vía de servicio de la Avenida de Salamanca, y posteriormente por la propia Avenida, para acceder desde allí a la Avenida de España y a continuación a la Avenida de Yurramendi. Una vez allí, comenzó el recorrido por la parte histórica, recorriendo el terraplén de la falsa braga desde la Puerta de Amayuelas hacia el Registro, el Paseo Fernando Arrabal al completo, la Puerta de San Pelayo, y la Puerta de Santiago.
Acto seguido, bajaron por la Puerta de Santiago para coger la Avenida de La Concha y adentrarse en el parking de La Pesquera, en dirección a la zona de los pontones para vadear el Río Águeda. Tras ello, recorrieron el Regato Cachón para volver a cruzar el río, en este caso usando el Puente Mayor, para proseguir por la calle Nogales Delicado hacia la Puerta de La Colada.
Antes de introducirse en la misma, se desviaron para meterse de nuevo en el terraplén de la falsa braga, hacia el exterior de la Puerta de Santa Cruz. Como remate de esta Ruta de Wellington, se pasó por la parte inferior tanto de la Brecha Grande como de la Brecha Chica de la muralla, lugares claves en la Guerra de la Independencia.