La compañía ofreció el único espectáculo para primera infancia que se ha podido programar este año
Entre las múltiples consecuencias que ha tenido para la Feria de Teatro 2020 el coronavirus y las medidas de restricción social a las que obliga se encuentra que este año la programación prácticamente no cuenta con espectáculos para la denominada 'primera infancia' (es decir, para bebés y niños de hasta 3, 4 ó 5 años), que se programaban en doble pase diario en el bautizado como Espacio en Rosa, ubicado actualmente en el Edificio Educativo Municipal.
Las limitaciones de ese lugar, incluido para acoger los múltiples carritos que se suelen congregar (obliga a estar demasiado 'juntos' para lo que es la situación actual), han aconsejado la supresión de ese Espacio en Rosa, aunque la organización no ha querido dejar de lado del todo a la 'primera infancia', programando el montaje La Cocina de Teloncillo Teatro, destinado a niños de 9 meses a 5 años.
Ese montaje se pudo ver por primera vez en la mañana del viernes (habrá otro pase este sábado, de nuevo a las 11.00 horas), en un lugar que nunca antes se había usado como espacio escénico en la Feria de Teatro (sí se empleó por ejemplo para el montaje callejero del año 2010 Bienvenidos a la Realidad): el Patio del Palacio Episcopal, con lo cual la Feria sigue incidiendo, incluso en esta edición tan diferente y especial, en la puesta en valor de todos los rincones patrimoniales mirobrigenses.
En ese Patio, se ha optado por usar la zona de los soportales, donde se situó tanto el público como la cocina de Teloncillo, atendida por Ana Isabel Gallego, quién fue conformando un menú lleno de música, que puso en directo Ángel Sánchez, su compañero de Teloncillo, una de las compañías más emblemáticas de la Feria de Teatro mirobrigense. A la hora de conformar el menú, se dio rienda suelta a la imaginación, con tostadoras voladoras, especias bailonas, u ajos saltarines.