La posibilidad de conocer el nacimiento del Duero, degustar los auténticos torreznos o visitar la mítica Numancia bien merecen un plan de fin de semana
A menos de 3 horas de Salamanca la provincia de Soria ofrece gastronomía, naturaleza e historia con parajes increíbles y pueblos con encanto. La posibilidad de conocer el nacimiento del Duero, degustar los auténticos torreznos o visitar la mítica Numancia bien merecen un plan de fin de semana.
La pandemia del coronavirus nos está obligando a redescubrir turísticamente nuestro propio país. Se acabaron, al menos por el momento, los viajes exóticos al sureste asiático, los rascacielos americanos y las fiestas locas en la Europa del este. Afortunadamente España nos ofrece una gran variedad de destinos para que no nos falte de nada. Hoy nos vamos hasta Soria, en el otro rincón de Castilla y León para conocer el nacimiento del Duero y un paraíso donde manda la naturaleza, la historia y la gastronomía. ¿Te vienes?
Llegada + Cañón del Río Lobos + El Burgo de Osma
Nuestra propuesta de viaje comienza el viernes al mediodía, dispuestos a pasar un fin de semana descubriendo uno de los rincones olvidados de la piel de toro. Soria ni te la imaginas dicen en sus campañas promocionales y lo cierto es que la provincia sorprende. Tardaremos 3 horas en llegar en coche a nuestro primer destino el espectacular Cañón del Rio Lobos. Se trata sin duda de una de las cosas obligatorias que ver en Soria. Pillaremos la E-80 hasta Valladolid y luego nos iremos por la Nacional 122 hasta la provincia de Soria.
El Parque Natural del Cañón del Río Lobos ofrece un agradable paseo para los senderistas donde disfrutar de la flora y fauna con especial presencia de buitres leonados que sobrevuelan tu cabeza. La ermita de San Bartolomé y la cueva le ponen el punto místico con reminiscencias templarías. Para dormir nos acercaremos a El Burgo de Osma, uno de los pueblos más grandes de la provincia donde veremos su Catedral, pasearemos junto al Duero y podremos degustar los clásicos productos castellanos de la matanza regados con vinos de la zona D.O. Ribera del Duero.
Laguna Negra y el Nacimiento del Duero
El sábado por la mañana saldremos con ropa cómoda y zapatillas de deporte hacia la Laguna Negra, pasaremos por el Pantano de la Cuerza del Pozo, donde es posible bañarse o realizar actividades acuáticas y llegaremos hasta el bello municipio de Vinuesa el cual usaremos como base para acercarnos al que sin duda es el paraje más espectacular de Soria, la Laguna Negra.
Una laguna de origen glacial entre escarpadas rocas en los picos de Urbión. Las leyendas narradas por Antonio Machado en 'La tierra de Alvargonzález' indican que esta laguna no tiene fondo. Una pequeña subida por una casada casi siempre sin agua nos llevará a ver la Laguna Negra desde lo alto, con espectaculares imágenes y un pequeño y cómodo paseo nos permite ver otras lagunas y recorrer la ladera de la montaña hasta llegar a dos puntos de interés; el Picos de Urbión y el nacimiento del río Duero.
Cuando acabemos, y tras reponer fuerzas con un buen torrezno de Soria, nos iremos hasta la capital para dormir y conocer la ciudad de los poetas. Un paseo por el rio antes de dejar el vehículo y salir de cañas por el centro nos permitirá conocer los Arcos de San Juan de Duero y la ermita de San Saturio, el patrón de Soria por quien los sorianos sienten especial cariño. Ya en el centro pasearemos por el Collado, veremos la Iglesia de Santo Domingo y buscaremos dónde comer en Soria para picar algo antes de irnos a dormir.
Numancia y regreso
Para el domingo podemos dar un paseo por la ciudad para descubrir algunos rincones que se nos hayan escapado el sábado, el parque de la Dehesa o Valonsadero son lugares donde poder tomar algo en mitad de la naturaleza mientras los más pequeños disfrutan de columpios y parques. Antes de que el calor apriete nos acercaremos al Yacimiento de Numancia, en Garray. Allí será de nuevo el río Duero quien nos contará la historia de esta ciudad celtibérica cuya resistencia al Imperio Romano le dio un lugar para siempre en el imaginario colectivo.
Desde aquí emprendemos el camino de regreso a Salamanca. Si no temeos prisa podemos parar en San Esteban de Gormaz donde descubriremos su estructura medieval tras los pasos del Cid. El románico, que nos ha acompañado durante todo el viaje tiene un punto clave en la Iglesia de Nuestra Señora del Rivero. Si queremos desviarnos poco más podemos visitar el imponente Castillo de Gormaz que fue en su época, la de la lucha entre moros y cristianos, la construcción más grande de Europa.
Y desde ahí regresamos hacia Salamanca en un viaje de menos de 3 horas no sin antes darnos cuenta de que nos hemos dejado por conocer media provincia, la zona del Moncayo, Almazán, el espectacular Calatañazor o la bella Medinaceli quedan como propuesta para otro fin de semana por tierras sorianas.