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“La crisis sanitaria ha demostrado que hay políticos que sólo vinieron a figurar”
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FRANCISCO IGEA, VICEPRESIDENTE DE LA JUNTA DE CASTILLA Y LEÓN

“La crisis sanitaria ha demostrado que hay políticos que sólo vinieron a figurar”

Actualizado 08/08/2020

El vicepresidente del ejecutivo autonómico analiza lo vivido en los últimos meses y asegura que "este país necesita un Gobierno técnico, eficaz y con mucho sentido de patriotismo"

Médico. Ciclista fondón y creyente lleno de dudas. Vicepresidente de la Junta de Castilla y León'. Así se define en su perfil de Twitter Francisco Igea. Ha ejercido la medicina durante más de 30 años. Era el jefe de Servicio Digestivo hasta 2012 en el Hospital Río Carrión de Palencia. Un sanitario metido a político para "intentar resolver las injusticias que venía demandando hace años en los corrillos de amigos y compañeros".

Su nombre viene rodeado en muchas ocasiones de polémica. Un carácter fuerte que le sitúa seguramente más de lo que desea en el foco de las críticas. "No he venido a hacer política de imagen. No me preocupan las portadas del día siguiente. Yo trabajo con datos, y de momento, la toma de decisiones rápidas aunque no sean populares me está dando la razón", explica.

Igea se acercó a la política con el partido UPYD (Unión Progreso y Democracia), donde militó un tiempo antes de afiliarse a Ciudadanos. Ganó las primarias en el partido naranja de Castilla y León tras denunciar un pucherazo de la expresidenta de las Cortes, Silvia Clemente. Es portavoz de la Junta y consejero de Transparencia, Ordenación del Territorio y Acción Exterior. La transparencia y la prudencia son precisamente las dos bazas que le han definido en la gestión esos últimos meses ante la crisis sanitaria. El Covid-19 le ha "quitado muchas horas de sueño" y "lo sigue haciendo".

Reconoce que está preocupado "porque el virus sigue ahí". Nos recibe en su despacho a las cinco horas de la tarde. Fuera los termómetros superaban los cuarenta grados y en los pasillos de la Junta nos recibía el silencio. Él, puntual a la cita. Se expone a las preguntas sin papeles sobre la mesa. Los datos, en la cabeza. Analiza lo vivido en los últimos meses y explica cómo afronta la Comunidad el futuro a corto plazo ante la situación "preocupante".

Cinco meses difíciles?

Muy duros. Hemos vivido unos meses que nunca hubiéramos podido ni imaginar. Fue algo inesperado. Nadie que entra en política piensa que se pueda vivir algo así. Al principio no éramos conscientes de la dificultad del momento porque lo que teníamos que hacer era resolver y trabajar para que las cosas fueran lo mejor posible. Fueron unos meses muy intensos, de mucho trabajo, de angustia? fue todo muy extraño, muy duro. Recuerdo especialmente con tristeza, incluso antes de que se declarara el estado de alarma, el momento en que aquí le dijimos a la gente se fuera a casa. Yo el 9 de marzo llamé al presidente (Alfonso Fernández Mañueco) porque fue en ese momento cuando fui consciente de lo que se venía por delante y convocamos un Consejo de Gobierno extraordinario el miércoles 11 porque ya había datos epidemiológicos en la comunidad que nos preocupaban. A partir de ahí, todo vino muy rápido, muy seguido. Reaccionar a eso ha sido muy complicado. Estar a la altura no era fácil.

¿Dolía más todo siendo médico? ¿Tenía la sensación de no estar donde no debería estar?

Sin duda, yo trabajaba aquí con esa permanente sensación de culpa. Estos días he vuelto al Hospital y he hablado mucho con mis compañeros. Me consta que se dejaron la piel, vivieron momentos horribles y pusieron en riesgo sus propias vidas en una situación caótica. Veían que empezaban a llegar pacientes, uno y otro continuamente y que la cifra no paraba de crecer? mentalmente eso afecta mucho. Ahora mismo están agotados, ahora nos ruegan que eso no vuelva a suceder y que controlemos la situación para que no vuelvan esos días de centenares de pacientes nuevos diarios? era una angustia tremenda. Nosotros compartíamos esa misma angustia, francamente no sabíamos cómo aquello iba a acabar?

Y el material se agotaba?

Sí, es así. Nosotros veíamos que el material escaseaba, que los pedidos que hacíamos no llegaban y nos dimos cuenta de que la situación era preocupante. Pedíamos material pero no teníamos la certeza de que iba a llegar a tiempo, era una sensación de desesperación. Aquí jugó un papel muy importante la sociedad, yo hice un llamamiento para que nos ayudaran y la gente respondió, la Comunidad estuvo a la altura.

Hemos trabajado muy duro. La consejería de Sanidad era como el Camarote de los Hermanos Marx, allí estaban compañeros de la Consejería de Fomento, de Exteriores, de Empleo, de Industria? medio mundo trabajando dando lo mejor de sí mismos, moviendo contactos, etc. Es una experiencia que es muy dura y muy difícil, sabíamos que en nuestras decisiones dependía la vida de la gente. En Castilla y León el coronavirus ha acabado con la vida de miles de personas pero ahora con cierta perspectiva es cuando analizamos los datos de mortalidad, los datos infectados? y ahora sabemos que la toma prematura de decisiones cada día y la eficaz gestión ha logrado en una parte importante reducir esos datos. Conseguimos rebajar la letalidad al 0,1% y eso significa que cada día había 10 personas menos que morían. Eso para un médico y para un político es muchísimo.

¿Están satisfechos de la gestión?

Satisfechos nunca podemos estar. No hay nada que aplaudir aquí como hacían hace unos días en el Congreso, aquí somos muy conscientes de que hemos vivido un drama sin precedentes terrible y nos queda otro drama económico horrible de sufrimiento, pero sí es verdad que hemos tomado decisiones, y es algo que aunque parezca obvio, en otros muchas comunidades no se ha hecho. Si algo ha demostrado esta crisis sanitaria es que hay gente que vino a la política sólo para figurar en las inauguraciones, para las ruedas de prensa, para las ferias? y yo entiendo que eso no es la política. Yo tengo otro concepto: la política se basa en estar a la altura en los momentos difíciles y con esos momentos trágicos ser capaces de tomar decisiones, insisto en que hay gente que se ha mostrado incapaz.

Muchos políticos han desaparecido. En Castilla y León ya hemos contabilizado más de 27.000 positivos por coronavirus, no podíamos estar parados sin dar soluciones. Hemos tomado muchas decisiones desde la ética y desde la responsabilidad, siempre enfocando a un mal menor, eso es la política y eso es la medicina. Yo siempre digo que hay dos tipos de médicos: los que no quieren que se mueran los pacientes, y los que no quieren que se les mueran los pacientes. No son los mismos. En la política y en la crisis sanitaria ha pasado lo mismo. Muchos políticos no han querido asumir esa responsabilidad. El único objetivo real de la gestión de la crisis era disminuir la mortalidad y disminuir la incidencia de la enfermedad. En la desescalada nosotros empezamos más tarde por eso y pasamos de estar en una situación muy crítica a posicionarnos entre los mejores. Eso es lo que demuestra la eficacia de la política, los números dicen si tu política ha sido más o menos acertada, y de momento los números nos dan la razón.

Rotundidad en la prudencia, aún con muchos sectores en contra. Lo tenía claro?

Muy claro, y no me arrepiento, de hecho incluso podíamos haber sido aún más estrictos. Siempre dije que llegaríamos más lejos yendo más despacio y así ha sido. Estoy muy satisfecho en ese sentido. Creo que en la desescalada la estrategia de prudencia y sentido común era la más razonable y creo que la gente al final nos lo ha agradecido, obviamente que en cierto sectores económicos nuestras decisiones dificultaban su situación, pero había que hacerlo. Si por correr más en los cambios de fase fracasábamos, lo hubiéramos pagado más caro.

Para mí lo esencial era no perder la vinculación con la sociedad, que la gente no dejara de creernos. En eso tuvo un papel muy importante no mentir, y creo que la gente nos entendía porque hemos ofrecido una política de datos y de trasparencia óptima. Cuando anuncié la suspensión por coherencia de las fiestas de agosto en los municipios y las ciudades, algunos se llevaron las manos a la cabeza, pero ahí está ahora la prueba con los rebrotes que había que hacerlo así. Son muchos los alcaldes que se sintieron aliviados con esa decisión y que nos apoyaron y nos lo agradecieron.

¿El mapa de Castilla y León por el incremento exponencial de casos de Covid-19 que se propagan tanto en el ámbito urbano como en el rural vuelve a preocupar? ¿Está preparada la Comunidad para un rebrote masivo?

La Comunidad está a la cabeza en el control de la trazabilidad y se adoptarán las medidas pertinentes si es necesario. Sobre Íscar y Pedrajas ya se ha autorizado una orden de confinamiento y seguiremos tomando decisiones en esa línea cada vez que los datos nos lo indiquen. La región es de las comunidades que más rastreadores tiene por número de habitantes y de momento están siendo capaces de rastrear cada caso sospechoso. Por supuesto, estamos preocupados, eso no podemos negarlo. Se impuso la mascarilla obligatoria en todo el territorio, hemos modificado el horario del ocio nocturno porque era el foco que más nos preocupaba y seguiremos tomando decisiones más duras si se considera. La movilidad este mes de agosto hace que el virus siga circulando más si cabe, no sube como al principio pero nos preocupa. Nos esperan unos meses de subidas y bajadas. No queremos parar la actividad porque tenemos un sufrimiento económico muy fuerte, pero si hay que tomar decisiones de confinamiento por barrios o por pueblos lo solicitaremos.

¿Cuál es la hoja de ruta si los datos siguen aumentando?

Lo primero como es lógico es lo que venimos haciendo, que es evitar que la gente se acumula con el ocio nocturno, que es donde se genera la situación de más riesgo, y por supuesto evitar los espectáculos de masas. La hoja de ruta está definida por lo que ya hemos vivido pero yendo hacia atrás, es decir, subir los escalones que hemos bajado. Lo que tenemos que hacer es limitar el contacto social de manera progresiva pero intentar que se mantenga la mayor actividad económica.

La crisis económica viene ahora?

La situación es inaudita. No hay nadie vivo que haya vivido un desastre económico, una caída del PIB como la que vamos a tener, es difícil ofrecer soluciones, pero lo tenemos que hacer. Vamos a apostar por la trasparencia. Vamos a necesitar de la gente capacidad de sacrificio, esfuerzo y sentido de comunidad, y para eso al menos no hay que mentir, poniendo los datos en la mesa. Hay que apoyarles económicamente, y también mentalmente y políticamente, por lo que tenemos que conseguir que todo el dinero público rinda cuentas, sea efectivo y se dedique a los objetivos principales que pasan por que caiga la menos gente posible, que se reinicie la actividad lo más rápido posible, que no caigan las empresas, recuperar a los autónomos, mantener líneas de inversión de crédito, ayudarlos? Esto es esencial.

¿Cuál es la prioridad?

Vamos a cumplir lo que hemos firmado pero hay que decirle a la gente que nuestro objetivo no es mantener el poder adquisitivo de quién tiene una situación mala pero que le permite seguir adelante, sino de quién no tiene nada y se va a la cola del hambre. No queremos a gente en la cola del hambre.

¿Qué medidas pondrán en marcha para paliar la situación?

Vivimos en una situación falsa, no sabemos lo que va a ocurrir cuando se acaben los ERTES. No sabemos qué va a hacer el Gobierno, por lo que económicamente nosotros tenemos que tener nuestras reservas, el dinero público son ahora nuestros EPIs, que van a ser necesarios en unos meses. Nosotros nos enfrentaremos a decisiones difíciles, pero no nos preocupa la polémica a corto plazo, sí los objetivos a largo plazo: y es que tenemos que lograr que en lo que queda de 2020, y en 2021 y 2022 seamos la comunidad autónoma que menos ha sufrido en términos de paro y decrecimiento. Mi objetivo no es ganar aplausos con una política facilona que nos lleve a una situación inviable en 6 meses, sería una irresponsabilidad.

¿Cómo ve la situación política en España?

Tengo la misma sensación que el resto. Nos ha ocurrido esta crisis sanitaria con la peor clase política desde la Transición. No incluyo a todos pero me da la sensación de que no hay categoría, no tenemos políticos capaces de arriesgar su beneficio o interés político a corto plazo, no hay nadie capaz de salir a decir algo impopular, de arriesgar la posición de su partido. Yo estoy contento con lo que ha hecho mi partido (Ciudadanos), necesitaba un cambio necesario. Evolucionamos, aunque en Ciudadanos siempre tendremos una mancha indudable que nos durará en la eternidad, y es no haberlo intentado cuando teníamos un número sólido de diputados y podíamos sostener una mayoría razonable, a mí es algo que me acompañará siempre porque es el mayor error del partido.

¿Qué cambiaría?

En estos momentos el país debería pedir a gritos un Gobierno de concentración. Nos enfrentamos a una catástrofe, y este país necesita un Gobierno de los mejores, técnico, eficaz y con mucho sentido de patriotismo. Cuando dices esto parece que eres un marciano.

Le vamos a pedir a la gente que trabaje más horas, estrechez, son situaciones muy duras?. Tenemos un gran país muy por encima de nosotros como clase política. Es muy deprimente la situación para los que nos dedicamos a esto y vinimos a la política con una vocación de servicio público, aunque ahora suene cursi. Es un espectáculo tristísimo.

Todos estamos obligados a evitar que el país no caiga en los extremos. La gente va a vivir una situación explosiva y mientras el Congreso se ha convertido en un espectáculo de vanidades insoportable. ¿De qué estamos contentos? Ver al Gobierno sacar pecho es hasta pornográfico. Es una tremenda falta de empatía, han perdido la conexión emocional. No se hace política sin empatía. Nosotros hacemos política autonómica, intentamos hacerlo lo mejor posible, pero no deja de preocuparme mi país, porque si el país va a la ruina nosotros iremos detrás. Me quita el sueño lo que veo.

¿Hay descontento con el funcionamiento de la sanidad en las zonas rurales?

Hay que garantizarla y por eso estamos haciendo una ronda por toda la comunidad, hemos aprendido que hay que hacer reformas, si no el sistema no es rentable. Hay que mandarle un mensaje a la gente que vive en esas zonas rurales: hay futuro. Hay esperanza, pero no se va a conseguir nada desde la resignación, desde el "déjanos como estoy, desde el de no se saques de aquí". Esto siempre ha sido así.

¿Qué reformas proponen?

Racionalización, mejora de la calidad y de la accesibilidad. Yo quiero que esos pueblos tengan médicos todos los días, solo cuando lo necesiten. Hay mucho margen de mejora en la distribución.

¿Qué mensaje le manda a los ciudadanos?

Que disfruten con seguridad. Se lo decía a mis hijos cuando salían por la noche: pasarlo bien para que mañana puedas seguir pasándotelo bien. Es así, ese el mensaje. Es un tiempo de descanso y de reencuentros pero en unas circunstancias especiales: cuidado con las distancias, que una mala noche no ponga en riesgo al resto de personas? Estoy bastante confiado en la comunidad. La mayoría de la gente está concienciada y lo hacen bien, los datos lo reflejan.

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