La iniciativa pretende hacer ver la importancia de cumplir con la normativa vigente y con las medidas de seguridad en el uso y manipulación de este tipo de químicos.
Los responsables de la Bodega Cuatro Rayas junto con AEPLA (Asociación Empresarial para la Protección de las Plantas) y con la colaboración de la Consejería de Agricultura de Castilla y León han cerrado un acuerdo por el cual se desarrollará un proyecto con el que concienciar al sector vitivinícola de la región al respecto de la importancia de cumplir con las normas establecidas en lo que a tratamiento de cultivos con productos fitosanitarios se refiere.
Además, se profundiza en la necesidad de mantener buenas prácticas agrícolas a este respecto así como establecer un plan de prevención laboral que pueda evitar cualquier tipo de problemática asociada a una mala praxis.
El objetivo principal del proyecto es dar a conocer la importancia que tiene, tanto para los propios agricultores como para el sector de los fitosanitarios y la agricultura en general, el cumplir con los requerimientos actuales, a modo de prevención para la salud de la población y para la lucha contra la contaminación de tierras y acuíferos.
La Ley Nacional que regula estas actividades y de acuerdo con el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación establece la obligatoriedad de que los responsables de las explotaciones agrícolas elaboren un registro diario de los tratamientos con productos fitosanitarios que se emplean en los cultivos. Este se denomina comúnmente cuaderno de campo o de explotación.
Pero en un cuaderno de campo no solo se trata de ir anotando información, sino que debe contar con una estructura preestablecida por el propio Ministerio en el que se recogerán todos los pormenores relacionados con los tratamientos aplicados. Esto, que puede resultar algo tedioso y complicado, se ha resuelto eficazmente en los últimos años con el llamado cuaderno de campo digital, una interesante plataforma que además de ayudar al registro de datos, ofrece otras muchas ventajas a los agricultores.
Otro aspecto que no recoge la normativa pero que si debe tratarse como una recomendación básica a la hora de manipular productos fitosanitarios, es la necesidad de uso de guantes protectores. Según han mostrado las primeras consultas, esto no suele ponerse en practica con la asiduidad que se debería. Por otro lado, el proyecto abarca también la gestión de los envases de estos productos ya que son potencialmente contaminantes y deben ser tratados como residuos de especial peligrosidad.
Los productos fitosanitarios son compuestos que los agricultores consideran esenciales para hacer sostenibles los cultivos y protegerlos de toda clase de plagas y patógenos. Sin embargo, están constantemente en el punto de mira de los grupos ecologistas y de la administración pública. Son muchos los que se han prohibido durante los últimos años por diversas causas, la mayoría relacionadas con la contaminación y los efectos nocivos para la salud pública. Por ello es muy importante tener conciencia de su uso responsable y adecuado a las circunstancias de cada explotación.