Las ovejas estaban preñadas y se echa en falta el cordero recien nacido de una de ellas
El lobo sigue en el entorno de Lumbrales, como lo demuestra el ataque a unas ovejas la pasada noche en una finca situada a escasos 400 metros de las últimas viviendas del pueblo. El ataque ha dejado dos ovejas muertas, ambas preñadas. Una de ellas presenta la placenta fuera, lo que supone que había parido esta noche, si bien el cordero no había sido encontrado esta mañana. Además, un borrego semental también presentaba dentelladas de cánidos.
Los técnicos de Medio Ambiente ("la patrulla del lobo") se personaron esta mañana en la finca para comprobar los daños causados, sin confirmar, por el momento, el causante del ataque.
El propietario del rebaño de ovino, A. M. V., había dejado anoche sin recoger media docena de ovejas en la finca, localizada en la carretera de Saucelle, a poco más de 50 metros del Parque de Bomberos de Lumbrales. A primera hora de la mañana, otro ganadero descubrió el dantesco espectáculo, que lamentablemente se repite un día sí y otro también en los pueblos de las Arribes salamantinas. En Lumbrales el último ataque a ejemplares de ovino fue el día 30 de mayo, en una parcela a escasos 200 metros del casco urbano, y dejó una oveja muerta y dos heridas.