Tanto el paciente como sus convivientes deben ser capaces de aplicar de forma correcta y consistente las medidas básicas de higiene, prevención y control de la infección
"El aislamiento domiciliario se mantendrá hasta transcurridos tres días desde la resolución de la fiebre y del cuadro clínico con un mínimo de 10 días desde el inicio de los síntomas. En los casos asintomáticos el aislamiento se mantendrá hasta transcurridos 10 días desde la fecha del diagnóstico". Así lo recoge el documento del Ministerio de Sanidad sobre el Manejo en atención primaria y domiciliaria del COVID19 tras su última actualización, y que sigue las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre la duración de la cuarentena, 10 días en lugar en los 14 establecidos al inicio de la pandemia.
Documento que también recoge los criterios para la atención domiciliaria: casos sospechosos o confirmados de COVID-19 con síntomas leves y que no requieren hospitalización y casos de COVID-19 que han precisado hospitalización y que han recibido el alta hospitalaria, pero requieren seguimiento y medidas de aislamiento.
El paciente debe disponer de un teléfono que garantice la comunicación permanente con el personal sanitario hasta la resolución de los síntomas. Se le facilitaran las gestiones sanitarias sin que tenga necesidad de asistir presencialmente al centro de salud.
Tanto el paciente como sus convivientes deben ser capaces de aplicar de forma correcta y consistente las medidas básicas de higiene, prevención y control de la infección, que previamente se les habrán explicado.
Recomendaciones para el paciente en aislamiento
manecer cerrada hasta la finalización del aislamiento. En caso de que sea imprescindible que el paciente haga uso de las zonas comunes del domicilio, deberá utilizar mascarilla quirúrgica y realizar higiene de manos al salir de la habitación y antes de entrar en ella.