Fue condenado a 50 años al secuestrar a una pareja y su hijo para robarles la autocaravana, que usaron los responsables del atentado de la T4 de Madrid-Barajas
La Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT) ha denunciado los 41 traslados a cárceles más próximas al País Vasco aprobados en los dos años de Gobierno de Pedro Sánchez y con Fernando Grande-Marlaska al frente del Ministerio del Interior, ya que entienden que está siendo utilizado como un "método de lucha" de los etarras para conseguir su libertad, "el verdadero objetivo del colectivo de presos".
En un comunicado, la AVT ha reaccionado de esta forma al anuncio de la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias de ordenar el traslado de otros dos presos de ETA condenados por terrorismo, Garikoitz Arruarte Santa Cruz y Gorka Joseba Lupiáñez Mintegui, lo que eleva a 41 (el 20% del total que cumplen condena) los etarras que se han beneficiado de un acercamiento durante el Gobierno de Pedro Sánchez.
"Consideramos que por parte del entorno de ETA y sus presos se está utilizando esta nueva política penitenciaria como 'método de lucha' no sólo para ser trasladados a prisiones próximas al País Vasco, sino para conseguir la libertad, verdadero objetivo del colectivo de presos", ha señalado la AVT, que subraya que por este motivo no acudirán al homenaje del 27 de junio en el Congreso a las víctimas del terrorismo, convocando su propio acto al margen del institucional.
La AVT ha reclamado al Gobierno que reconsidere y diseñe una "nueva política penitenciaria destinada a la reinserción de los presos, que debe pasar necesariamente por su colaboración con la Justicia".
Sobre Garikoitz Arruarte Santa Cruz, que será trasladado desde la cárcel de Almería a la de Soria, y Gorka Joseba Lupiáñez Mintegui, que pasa de Topas (Salamanca) a Logroño, la AVT destaca que ninguno de los dos ha colaborado con la Justicia, por lo que no se puede valorar el "verdadero arrepentimiento y favorecer la reinserción".
Arruarte Santa Cruz ingresó en prisión el 29 de diciembre de 2003 y tiene una condena de 20 años por homicidios frustrados, entre ellos la colocación de 28 kilos de dinamita en el Intercity Madrid-Irún en la Nochebuena de 2003. La AVT recuerda que fue acusado de 184 homicidios después de que se desactivara el artefacto en Burgos, impidiendo causar una masacre en la madrileña estación de Chamartín.
El segundo preso trasladado de cárcel es Gorka Joseba Lupiáñez Mintegui, que ingresó en prisión el 11 de diciembre de 2007 y se encontraba en la prisión salmantina en calidad de preso preventivo tras ser condenado por la Audiencia Nacional a 50 años al secuestrar a una pareja y su hijo para robarles la autocaravana, que usaron los responsables del atentado de la T4 de Madrid-Barajas para atentar contra una torre de red eléctrica de Castellón en 2007.
La AVT ha criticado la gestión de Grande-Marlaska al entender que ha traspasado las "líneas rojas" que él mismo se marcó al llegar a Interior, como no acercar al País Vasco a presos con delitos de sangre y exigir previamente un rechazo de la violencia y la colaboración con la Justicia.
De acuerdo a los datos de la AVT, en los dos años que lleva Grande-Marlaska se han autorizado 41 acercamientos de presos de ETA a cárceles próximas al País Vasco, sin sumar aquí los casos de Javier Moreno y de Sergio Polo, María Lizarraga e Iñigo Gutiérrez Gutiérrez, que fueron movimientos por cuestiones organizativas.
También se han aprobado tres alejamientos de presos de ETA y autorizado la progresión al tercer grado o régimen de semilibertad de cinco etarras: Gorka Fraile, Javier Aguirre, Jagoba Codo, Fernando Alonso y José Ramón Fourira. En la actualidad hay unos 200 presos de la banda terrorista que siguen cumpliendo condena en las cárceles españolas, por otra treintena que hacen lo propio en Francia.