El ocio es una parte importante en la vida de los seres humanos, sobre todo en periodos en los que nos vemos obligados a ocupar nuestro tiempo de forma prolongada por circunstancias excepcionales
El ocio es una parte importante en la vida de los seres humanos, sobre todo en periodos en los que nos vemos obligados a ocupar nuestro tiempo de forma prolongada por circunstancias excepcionales. Es el caso de la crisis del coronavirus, en el que muchas familias han permanecido encerradas en casa durante semanas hasta el actual proceso de desescalada. Durante todos esos largos días de confinamiento, sobre todo aquellos hogares con niños en casa, tocaba planear día a día cómo ocupar el tiempo de la mejor forma: con juegos de mesa.
Se trata de una apuesta segura que siempre es una solución acertada. Los juegos de mesa son una perfecta combinación de diversión, competitividad y desarrollo intelectual, especialmente para los más pequeños de la casa. Hoy día es posible encontrar juegos de mesa ideales de diferentes temáticas en webs como MesaJuegos.com, un portal de referencia en el ocio para todos los públicos.
En este sentido, si algo nos ha dejado claro el confinamiento durante todas estas semanas, es que los juegos de mesa resisten al paso del tiempo y se mantienen con una opción de garantías para pasar un buen rato. Además, es un tipo de ocio que estimula importantes factores y valores para el crecimiento de los niños, tales como el trabajo en equipo o el desarrollo de estrategias para lograr un objetivo.
Juegos de mesa para niños, una forma de crecimiento personal
La diversión y el tiempo de ocio juegan un papel fundamental en nuestras vidas, especialmente durante la infancia, debido sobre todo a sus beneficios para el desarrollo y crecimiento personal. Los niños están más preparados para absorber conocimiento en grandes cantidades y en poco tiempo, una cualidad que se ve todavía más potenciada cuando se realiza pasándolo bien, de una forma divertida.
En este sentido, es importante destacar los beneficios de los juegos de mesa para los más pequeños de la casa. ¿Por qué? Porque estimulan e impulsan el aprendizaje en muchos campos que, a la postre, pueden ser fundamentales para su futuro. Pasarlo bien es un punto de partida perfecto para crecer como personas.
Creación de estrategias para lograr un objetivo
En los juegos de mesa, tanto en los individuales como en los que se realizan por equipos, es importante tener una visión clara del mismo para, así, desarrollar una estrategia con la que conseguir la victoria. Es un punto fundamental para un niño, puesto que a través de este tipo de juegos aprenderá a reflexionar, analizar sus posibilidades y los obstáculo a evitar o superar para encontrar el camino hacia su objetivo: ganar la partida.
Estimulación del trabajo en equipo
Introducir a los más jóvenes a los juegos de mesa, en concreto a juegos colectivos, supone dar un paso importante en el desarrollo de sus capacidades de colaborar con otros para lograr una meta. Juegos de mesa colectivos como el Party, Tabú o Pictionary serán un estímulo considerable a las habilidades de trabajo de equipo, de distribución de trabajo y tareas y de aportar y colaborar para lograr un objetivo común.
Respeto por las normas y tolerancia ante la derrota
Otro punto importante de los juegos de mesa es que, para el correcto avance del mismo, es indispensable ceñirse a las reglas que lo caracterizan. Por ello, los niños tendrán más fácil aprender el respeto por las normas mediante una alternativa de ocio como los juegos de mesa, una cualidad que a la postre será extremadamente útil en su crecimiento personal.
Además, existen dos factores importantes dentro de cualquier juego que requiera competir: la victoria y la derrota. En cualquier juego de mesa, sin importar su complejidad o facilidad, hay una parte que gana y otra que pierde. En este contexto, a los más pequeños les será más sencillo aprender a gestionar sus sentimientos tanto al ganar como al perder. En este punto, es fundamental reseñar la tolerancia ante la derrota para evitar la frustración y asimilarla como una oportunidad para ser constante hasta alcanzar un objetivo.
Diversión como nota dominante
Y, por último, el factor más importante de todos: la diversión. Los juegos de mesa no tendrían significado o importancia alguna si no fuera por el indispensable componente de ocio del que disponen. Da igual si hablamos de juegos básicos como el parchís o la oca, o incluso de juegos de cartas o descriptivos como el "¿Quién es quién?". Cualquier opción tiene la diversión como principal elemento, y el precisamente lo que se debe perseguir en cada partida: pasarlo en grande lo máximo posible.
En definitiva, los juegos de mesa conllevan grandes ventajas y beneficios para los niños. Enseñar a los más pequeños de la casa juegos de diferentes temáticas y tipos les ayudará a desarrollar ciertas cualidades y habilidades que, en el futuro, pueden serle de gran ayuda para desenvolverse en los diferentes contextos que le deparará su crecimiento tanto físico como personal.